La Generalitat de Cataluña atribuye su lenta vacunación de los ancianos mayores de 80 años no internos en residencias en esta comunidad autónoma --donde solo un 30% de las personas en esta franja de edad ha recibido la primera dosis, el peor dato de toda España-- a su estrategia de inmunizar por completo las residencias y los centros sanitarios.
El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ha indicado que este hecho, y la decisión de destinar las partidas de Moderna, que llegan de forma "inconsistente", a pacientes trasplantados, dializados o con cánceres sólidos hospitalizados explicarían por qué Cataluña es la comunidad con la tasa de vacunación a mayores de 80 años más baja de toda España, donde la duplican otras como Andalucía, La Rioja, Navarra, Asturias y Madrid, entre otras, con tasas de alrededor del 60%.
"Personal que entra y sale"
Argimon se ha escudado en que la Consejería de Salud optó por una "estrategia de encapsulamiento" de las residencias y hospitales --algo que también se ha hecho en el resto de comunidades-- con la que vacunaron, ha especificado, no solo a usuarios y al personal sanitario, sino también a otros trabajadores que frecuentaban estos centros.
"Todo lo que es personal no sanitario pero que entra y sale cada día en el entorno residencial y de centros sanitarios se vacunó con Pfizer. Queremos crear este microcosmos donde ya hay una inmunidad de grupo y hemos tenido unos resultados francamente buenos en residencias y centros sanitarios", ha apuntado el secretario.
La vacuna de Moderna, para hospitales
Además de esta estrategia, Argimon también ha explicado que las dosis de Moderna, que no tienen ninguna restricción por edad y se podrían administrar a los mayores de 80 años, se están destinando a pacientes ingresados en hospitales.
El secretario ha explicado que, por ahora, el perfil de las personas que reciben la vacuna de Moderna son pacientes hospitalizados, porque dadas las características de este inmunógeno, que es complicado de conservar, descongelar y transportar, prefieren administrarla en los centros hospitalarios.
Vergés culpa a España del retraso de AstraZeneca
Mientras tanto, la consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, ha culpado al España del retraso de la llegada de 148.000 nuevas dosis de la vacuna de AstraZeneca --algo que depende de la farmacéutica-- con un mensaje de Twitter que ha sido aprovechado desde el independentismo y varios de sus dirigentes y referentes mediáticos para atribuir la responsabilidad al Gobierno español: "Qué vergüenza", "ya está bien de este despropósito", ha dicho la dirigente de ERC. Algo que el diputado de JxCat Joan Canadell ha utilizado para politizar la pandemia con una de sus rencillas internas con los republicanos: "Solución, mesa de diálogo", le ha replicado.
Por su parte, Josep Lluís Alay --jefe de oficina del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont-- también ha utilizado la cuestión jaleando desde sus redes sociales los comentarios de un internauta que insta al Ejecutivo catalán a "desobedecer" y comprar por su cuenta la vacuna rusa Sputnik V, no aprobada por ahora por la UE.