Arranca el nuevo Parlament con bronca parlamentaria, que rememora legislaturas pasadas. Las alusiones de Ernest Maragall (ERC), que ha ejercido de anfitrión de la sesión constitutiva en calidad de diputado de más edad, a la “represión” y a la “falta de normalidad democrática” en Cataluña han provocado la queja de Ciudadanos. Según el pacto entre Junts per Catalunya (JxCat), ERC y CUP, la neoconvergente Laura Borràs será la nueva presidenta del Parlament.
Xavier Muro, secretario del Parlament, ha abierto el acto con la lectura del decreto de convocatoria de la sesión constitutiva, que en un primer momento ha estado dirigida por la Mesa de Edad, con Ernest Maragall como el diputado de mayor edad (78) y Alberto Tarradas (Vox) y David González (PSC) como los más jóvenes (24 y 26 años, respectivamente).
Bienvenida a Serret
Maragall ha dado la bienvenida a Meritxell Serret, diputada de Esquerra y que ha regresado de Bruselas, donde permaneció fugada tres años para ponerse a disposición del Tribunal Supremo.
El saludo ha provocado la queja de Carlos Carrizosa (Ciudadanos). Maragall ha asegurado que la composición del nuevo Parlament representa la pluralidad y las contradicciones de Cataluña. Ha hablado de la superación de la pandemia, como reto principal, y de la necesidad de un nuevo Govern “que coja las riendas del país” porque “demasiadas personas necesitan cuidados, también el país, que sigue instalado en una anomalía democrática”. Ha recordado la pena de prisión de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, o el enjuiciamiento de la anterior Mesa de la Cámara. “No, en Cataluña no podemos hablar de normalidad democrática”.
"Represión"
El republicano ha dicho que “la democracia no puede significar la ausencia de conflicto, el Parlament debe ser la casa grande del debate político. No habrá país sin contar con todas y cada una de las personas que lo integran”. Sin embargo, ha advertido de la necesidad de combatir la extrema derecha, en referencia a Vox, que irrumpe en el nuevo hemiciclo con 11 diputados”.
Maragall ha hablado de “represión”, lo que ha provocado una nueva intervención de Carrizosa por el discurso partidista, lo que supone a su juicio el incumplimiento del reglamento parlamentario, pero el republicano ha dicho que no es el momento para el debate. La Mesa ha rechazado que Lluís Puig (JxCat), huido en Bélgica, ejerza el voto delegado en la sesión constitutiva, pero sí que han permitido el voto delegado a Maria Teresa Pallarès (Junts) y Pau Juvillà (CUP), ya que se encuentran en cuarentena por contacto con positivos de coronavirus.