El Rey Felipe VI y Pedro Sánchez, durante la visita a la fábrica de Seat en Martorell / EFE

El Rey Felipe VI y Pedro Sánchez, durante la visita a la fábrica de Seat en Martorell / EFE

Política

El plantón a Seat: la decadencia del Govern

Los celos de Tremosa, la ausencia de interlocutor durante meses o la renuncia de la Generalitat a tener relaciones con la UE son la intrahistoria de un acto con dos protagonistas: Carnero y Trapero

11 marzo, 2021 00:00

El plantón a Seat, lejos de ser una anécdota, demuestra hasta qué punto el Govern independentista ha asumido su irrelevancia en las grandes decisiones económicas de Cataluña. Esta es la intrahistoria de la renuncia de la Generalitat a la interlocución con el Gobierno español y con la Unión Europea, contada por quienes participaron en ese acto que solemnizó el blindaje de la fabricación del vehículo eléctrico en la planta de Martorell (Barcelona).

Los celos del conseller de Empresa, Ramon Tremosa, el protagonismo del presidente de UGT Cataluña, Matías Carnero --empeñado en entregar una carta a Pedro Sánchez--, y el interés del jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, en dar el parte sobre la seguridad del acto al Rey describen perfectamente hasta qué punto el Ejecutivo catalán antepuso su desafío secesionista y decidió borrarse de las grandes decisiones en materia de industria.

 

 

Visita del Rey Felipe VI y de Pedro Sánchez a Seat, acompañados por otras autoridades, pero sin representación del Govern / EFE

Hace siete meses

Hace siete meses, en septiembre de 2020, el Gobierno español comenzó a trabajar en la posibilidad de fabricar el vehículo eléctrico en Martorell. Pero hay que remontarse a principios de año, cuando Luca de Meo abandona Seat y se incorpora a Renault. Su marcha encendió las alarmas sobre el futuro de la planta catalana, en manos del grupo Volkswagen.

En septiembre, el Ministerio de Industria convence al presidente Sánchez de la necesidad de luchar por la fabricación del vehículo eléctrico en los headquarters de Seat. Pero el Gobierno español no encuentra interlocución en la Generalitat. La consejera de Empresa, Àngels Chacón, había sido cesada por negarse a sumarse al partido de Carles Puigdemont. Fue sustituida por Ramon Tremosa, quien más allá de filtrar un supuesto acuerdo para fabricar baterías eléctricas en Martorell --para luego asegurar públicamente que el proyecto e Seat “no era tan importante”--, poco o nada se interesó por los trabajos del Gobierno.

El major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, saluda a Felipe VI a su llegada a Martorell / CASA REAL

El major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, saluda a Felipe VI a su llegada a Martorell / CASA REAL

Eso sí, cuando la semana pasada el vicepresidente catalán, Pere Aragonès, delegó la representación de la Generalitat en el acto de Seat en su número dos, Albert Castellanos --que suena como futuro consejero económico del Govern--, Tremosa montó en cólera y exigió asistir. Finalmente, ninguno de los dos acudió y el independentismo vendió el desaire como un gesto contra la presencia del Rey. El plante del Govern fue total, pero tampoco se le echó de menos. Fuentes de Seat consultadas por este medio se han mostrado muy discretas ante ese feo, más allá de recordar que el Govern había sido invitado y que, finalmente, ningún alto cargo acudió.

De esta forma, Aragonès renunciaba a ser protagonista de las negociaciones que, a partir de ahora, tendrá Volkswagen con la UE “al más alto nivel”. De hecho, ya está previsto un encuentro con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, con la finalidad de lograr subvenciones para el nuevo proyecto de Martorell.

“Señor, sin novedad, a sus órdenes”

Para los presentes fue imposible que pasara desapercibido el saludo del jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, a Felipe VI. Aseguran que ese gesto no estaba previsto y que fue el propio Trapero quien insistió en dar el parte al monarca. “Señor, sin novedad, a sus órdenes”, dijo el alto mando policial quien, tras ser absuelto de sedición por la celebración del referéndum del 1-O, escenificó su renuncia a la politización secesionista de la policía autonómica.

El presidente de UGT de Cataluña, Matías Carnero / EUROPA PRESS

El presidente de UGT de Cataluña, Matías Carnero / EUROPA PRESS

Pero el verdadero anfitrión del acto fue Matías Carnero, presidente de UGT Cataluña y presidente del comité de empresa de Seat, quien ejerció de guía de las autoridades hasta el punto de tutear a Pedro Sánchez. Su objetivo ese día era entregar una carta al presidente del Gobierno español en la que defendía la marca Seat frente a posibles presiones alemanas.

El acto transcurrió sin sorpresas, tal como esperaban sus organizadores. Y ha sido ahora, tras su ostentoso plante, cuando altos cargos de la Consejería de Empresa han buscado el deshielo con el Gobierno de Sánchez para reclamar la fabricación de baterías eléctricas en Cataluña. ¿Demasiado tarde?