Ernest Maragall (ERC), Ada Colau (BComú) y Jaume Collboni (PSC); hoy / TWITTER

Ernest Maragall (ERC), Ada Colau (BComú) y Jaume Collboni (PSC); hoy / TWITTER

Política

Colau, PSC y ERC exhiben sintonía en plena negociación para el Govern

BComú, republicanos y socialistas presentan un plan de inversiones para la Ciudad Condal en un mensaje velado a los negociadores de la Generalitat de Cataluña

23 febrero, 2021 11:39

Ada Colau (BComú), ERC y PSC han exhibido hoy unidad en Barcelona en plenas negociaciones para formar Govern en Cataluña. Los dos partidos del gobierno municipal y los independentistas han presentado un plan de inversiones de 30 millones de euros para la Ciudad Condal. Más allá de la batería de actuaciones, la fotografía es importante en el momento actual: tres partidos que se entienden para desbloquear proyectos urbanos, una fórmula también posible a nivel autonómico con PSC, ERC y En Comú Podem. 

Lo ha presentado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha contrapuesto el esfuerzo de las tres fuerzas al "malestar" que se vive en las calles, en referencia a las protestas violentas tras el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Ha apostillado sus palabras Jaume Collboni, primer teniente de alcalde del PSC, que ha tildado la entente de "aire fresco en un momento muy complicado". 

'Ensayo' del tripartito...

Por su parte, Ernest Maragall, líder republicano, ha avanzado que el pacto "copa solo un 1% del presupuesto municipal, pero representa una semilla con mucho potencial". De este modo, el republicano ha dado a entender que BComú, ERC y PSC podrían alcanzar nuevos acuerdos locales en el futuro, compromisos que siguen al desbloqueo de las cuentas anuales para 2021, que este partido independentista también apoyó. 

Estos pactos, ¿se podrían trasladar a la Generalitat de Cataluña tras las elecciones del 14 de febrero? Las negociaciones lo dirán. Los tres partidos han rechazado entrar en especulaciones. Pero por lo pronto, Colau ha recordado que los comicios "arrojaron una elevada abstención", por lo que la fotografía de hoy supone el "mejor antídoto" contra ese desinterés, provocado según ella "por la fatiga pandémica". Collboni, muy prudente, ha loado también la "capacidad de diálogo" en tiempos complicados. 

...con Junts fuera de juego

Sea cual fuere el estado de ánimo de la ciudadanía, el plan de inversiones de 30 millones --"microinversiones", ha precisado Collboni-- es una argamasa de un tripartito de facto a nivel local cuando la legislatura se acerca a su ecuador. Esa triple entente ya se vio durante la aprobación de los presupuestos municipales de 2021 y la modificación de las ordenanzas. Ahora se vuelve a plasmar, en un momento político incluso más sensible, con los negociadores acercando posturas para formar Govern. 

En ese escenario, JxCat queda fuera de juego. La formación de Carles Puigdemont, que a nivel local dirige Elsa Artadi, no apoyó las cuentas de Colau para el ejercicio en curso. Ahora vuelve a quedar fuera de la foto de las inversiones en Barcelona. En la segunda mayor ciudad española, los posconvergentes han quedado orillados, han perdido influencia. Las negociaciones a nivel autonómico dirán si en el plano regional sucederá algo parecido. 

Maragall, en apuros

Mientras ello se dilucida, los mensajes entre líneas del pacto de hoy son claros. Ni BComú, ni ERC ni PSC han querido hablar de traslado del acuerdo de inversiones a un eventual Govern de la Generalitat. "Hoy no toca", han dicho. Comunes y socialistas sí han enviado mensajes entre líneas que lo sugieren. La propia Colau ha dejado claro que aboga por el "diálogo y entendimiento de las fuerzas progresistas en general". Jaume Collboni, a su vez, ha avisado de que Cataluña "necesita diálogo y acuerdo de las fueras progresistas". 

Un cortejo más o menos abierto a ERC para que se despegue de JxCat, con quien lleva gobernando desde 2015, y negocie un Ejecutivo de izquierdas en Cataluña. Ernest Maragall, en apuros en algunos momentos por los mensajes de Colau y Collboni, ha tildado de "imposible" repetir la entente al otro lado de la plaza de Sant Jaume. Pero la fotografía es lo que queda, y así lo han leído los periodistas.