El PP moviliza a 400 interventores de Madrid, Valencia y Aragón para el 14F

Que Alejandro Fernández ha hecho una gran campaña es algo en lo que coinciden hasta sus más acérrimos adversarios. Sin embargo, ese buen papel no se ha reflejado en las encuestas de intención de voto. Un indicador de esa supuesta desmovilización es la decisión del PP de recurrir a 400 interventores procedentes del resto de España para las elecciones de este domingo.

Génova ha puesto todo la carne en el asador y, durante estas dos semanas, han desfilado por Cataluña el líder del PP, Pablo Casado; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, entre otros dirigentes nacionales.

Irrupción de Vox

Sin embargo, la irrupción de Vox en estas elecciones amenaza a los populares, que actualmente tienen cuatro escaños en el Parlament y, según los últimos sondeos clandestinos, no hay visos de un incremento sensible. En cambio, la ultraderecha podría entrar en la Cámara catalana con 8 ó 9 escaños, gracias al crecimiento en el área metropolitana y a costa de Ciudadanos, lo que colocaría al PP como gran damnificado. Las cifras, por tanto, apuntan a ‘sorpasso’

Esta circunstancia ha dado lugar a una desmovilización en las filas populares hasta tal punto, según ha podido saber Crónica Global, de que el partido ha tenido que recurrir a 400 interventores procedentes de la Comunidad de Madrid, Aragón y Comunidad Valenciana para estar a pie de urna este domingo.

Una práctica habitual, según el PP

Los interventores son personas designadas por cada para asistir a las mesas electorales y participar en sus deliberaciones, con voz pero sin voto. Pueden formular reclamaciones, protestas y pedir certificaciones.

Fuentes del partido aseguran a este medio que el PP “siempre ha recurrido a interventores de toda España” en sus comicios.

La cifra es relevante y el empeño que Casado ha puesto en estas elecciones, también. Sus declaraciones en las que cuestionaba las cargas policiales del referéndum del 1 de octubre ha dado munición a quienes reclaman un discurso más crítico al PP sobre el conflicto independentista. Pero el presidente del partido parece empeñado en soltar lastre de la etapa de Mariano Rajoy, tanto en lo que respecta al procés, como en los casos de corrupción que salpican a los populares.

Por su parte, Fernández también ha evitado caer en argumentos maximalistas, a pesar del constante envite de Ignacio Garriga, candidato de Vox. Y aunque el popular procura no dejarse influir por las encuestas, el citado desembarco de interventores, masiva, apunta a desmovilización.