Hoy, siete años y un mes después de que se publicara el caso de la supuesta doble contabilidad del Partido Popular, empieza en la Audiencia Nacional el juicio contra Luis Bárcenas, el extesorero del partido que ha decidido tirar de la manta. Una semana antes de que comenzara la vista, envió una confesión al fiscal en la que relataba que la caja B funcionó entre 1982 y 2009, que él era su contable y que Mariano Rajoy no solo estaba al corriente, sino que intentó destruir las pruebas.
El azar ha querido que esta tormenta se haya desatado sobre la cabeza del PP catalán que lidera Alejandro Fernández en plena campaña electoral. Las últimas encuestas son muy desalentadoras para esta formación, que ya en 2017 se quedó en cuatro diputados debido al empuje de Ciudadanos, cuando Inés Arrimadas dirigía la organización en Cataluña y ganó las elecciones autonómicas convocadas al amparo del artículo 155 de la Constitución con 36 escaños.
Los mínimos de 2017
Las últimas encuestas coinciden en apuntar que los populares se mantienen en los mínimos de 2017 o que incluso caen, como dicen las de El Periódico y elnacional. El asunto es grave para los populares porque la pérdida de Cs, que se dejará entre 22 y 25 de aquellos 36 diputados, no les beneficia a ellos, no recuperan el terreno perdido, sino al PSC, que puede ganar las elecciones con hasta 34 actas; y a Vox, que se estrenará en el Parlament con una horquilla de entre seis y nueve diputados. Y, ojo, que los últimos sondeos publicados hoy no recogen el posible eco de la campaña gratuita que el fanatismo independentista le está haciendo a los de Santiago Abascal con sus agresiones y enfrentamientos con los Mossos d’Esquadra.
Bárcenas, que ya ha sido condenado a 29 años de cárcel por el caso Gürtel, apunta directamente a Rajoy, presidente del partido hasta ayer mismo. Los esfuerzos de Pablo Casado y su gente por quitarse de encima la tostada parecen inútiles, mientras su propósito de prohibir acuerdos en ayuntamientos y diputaciones con Vox no hace más que poner de manifiesto el nerviosismo del partido.
Rumor desmentido
El propio abogado de Bárcenas, Gustavo Galán, ha tenido que salir al paso de los últimos rumores presentados como noticia: el extesorero y exsenador no ha recibido ningún mensaje de la dirección del PP para acercar posiciones, lo que había sido interpretado, lógicamente, como una aceptación implícita de culpabilidad.
El primer capítulo de juicio se centra en la supuesta financiación en negro de la reforma de la sede central del PP, en la calle Génova de Madrid. Podrán decir que Bárcenas ya no es del partido, que incluso el propio Rajoy ya no milita, pero las oficinas aún están vivas. ¿Qué harán con ellas? Tendrán que cerrarlas.