Salvador Illa en el centro del debate, con la intención de aparecer como presidente de la Generalitat, y con las vacunas bajo el brazo para abrir un nuevo horizonte de recuperación. Esa ha sido su actitud, con el independentismo volcado contra él, y con pullas también notables del PP. El debate con todos los candidatos a las elecciones catalanas en TVE, muestra un nuevo escenario con el que no se contaba justo antes de que el PSC decidiera cambiar su cabeza de lista, Salvador Illa por Miquel Iceta.
Tanto la candidata de Junts per Catalunya, Laura Borràs, como el republicano Pere Aragonès, cargaron contra Illa por el que podría ser su talón de Aquiles en toda la campaña electoral, su gestión como ministro de Sanidad. Los cara a cara se han producido en varias ocasiones, con una reacción de Illa también constante: “Son ustedes los que reclaman cuestiones que después no votan en el Congreso”, llegando a tildar a Borràs de la “señora del no”. Borràs llegó a decir que España "no tiene cultura democrática". Y Salvador Illa fue tajante: "Ya está, se ha acabado, no más división", en alusión al final, a su juicio, que se debería producir sobre el proceso independentista. Illa fue más allá, al permitirse, tras las palabras sobre la necesidad de romper con España de Borràs, una frase que corrió de inmediato en las redes: "Laura, eso no te lo crees ni tu".
Todas esas diferencias, de hecho, se constataron por la propia lengua que utilizaron los candidatos. Los independentistas, también la candidata del PDECat, Àngels Chacón, hablaron en catalán, a pesar de que el debate se emitía para toda España. Y el resto de partidos, aunque con intervenciones en catalán de la candidata de Comuns, Jéssica Albiach, se pronunciaron en castellano, incluido Salvador Illa.
"Ser españoles, para ser europeos"
El mismo escenario se ha repetido respecto al debate sobre el estado de la economía y la necesidad de aprovechar los fondos europeos para dar un salto adelante en el modelo productivo, pero también para ayudar a los sectores más afectados. Borràs y Aragonès han insistido en que esos fondos no los podrán gestionar los gobiernos autonómicos. Y Borràs ha indicido en que hay que “mirar Europa, y no aplicar el modelo español”. Ese comentario lo contestó Illa con una frase que está en el fondo de todo el debate en la política catalana de estos años: “Ser europeos sin ser españoles no lleva a ninguna parte”, al entender que, precisamente, por ser españoles y formar parte de la Unión Europea “se han podido conseguir vacunas para todos”.
Argonès remachó, de nuevo, la idea de que Illa sí apostó por la coordinación con todos los gobiernos autonómicos, como ministro y que también ahora el Gobierno español apuesta por esa fórmula. “Pero una cosa es ir a un reunión y otra que se deje tomar decisiones diferentes”.
Bronca por la "democracia"
El resto de candidatos han quedado desdibujados, con algunas intervenciones más reflexivas de Alejandro Fernández, que ha querido dividir sus duras críticas entre el Gobierno de Pedro Sánchez, siguiendo la línea del presidente del PP, Pablo Casado, y sus reproches al Gobierno catalán. Hubo algunos destellos, por parte de Àngels Chacón, la candidata del PDECat, que defendió la libertad de mercado y medidas de carácter liberal que fueron contestadas, precisamente, por Fernández. “Me podría creer sus palabras, pero no puedo, porque le recuerdo que ha gobernado con el presidente Quim Torra”.
La bronca, con Illa en el centro, se volvió a producir con la defensa de la ley por parte del candidato del PSC. Fue el excandidato de la CUP, Carles Riera, --la CUP ha decidido esconder, por ahora, a su candidata a la Generalitat, Dolors Sabater, que muestra diferencias de estrategia con la dirección--quien le tachó de no ser un dirigente de un “país democrático”, y defendió la autodeterminación. E Illa reiteró que “sin ley no hay democracia”. En el mismo momento Aragonès volvía con la posibilidad de un referéndum, como en el Reino Unido, y el candidato del PSC se mantuvo firme, dejando claro la división en dos bloques que existe en Cataluña, que no son permeables, entre independentistas y constitucionalistas. Y la propia Chacón, que quiere distanciarse con el PDECat de la vía unilateral del partido de Carles Puigdemont, llegó a decir que no apoyaría a Illa, y que éste no puede ser presidente de la Generalitat, porque "forma parte del bloque del 155".
La división "provoca inestabilidad"
Lo que está en juego, como se reflejó en el debate, es si se recupera una gestión distinta en la Generalitat para conseguir la recuperación económica. Illa insistió en que “la división ha provocado la inestabilidad y, por tanto, la pérdida de oportunidades económicas”. Y con más énfasis preguntó si él no era catalán, y si el independentismo no entiende que debería pasar página a su proyecto, porque “no ha conducido a nada”.
Y con los discursos de Ignacio Garriga, el candidato de Vox, que señaló la “islamización de Cataluña”, se produjo el choque entre los dos extremos, con Riera, el exaspirante de la CUP reclamando que no se dejara participar a Vox en el debate. Pero el resto de candidatos no quisieron entrar a debatir sus propuestas, con una clara decisión de hacerle el vacío a Vox.
Aragonès rechaza cualquier pacto con Illa
Pero, ¿qué gobierno puede surgir de las elecciones del 14F? Illa fue, de nuevo, el objeto de todas las preguntas, con Alejandro Fernández muy incisivo, y también el candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa. Los dos candidatos, del PP y de Cs, señalan al PSC como socio de Esquerra, aunque traten de no admitirlo durante la campaña electoral. El hecho es que saltó como un resorte Pere Aragonès, antes de que Illa tomara la palabra, para negar la mayor, y rechazar de plano “cualquier acuerdo con los socialistas”.
Tanto Carrizosa como Fernández, a pesar de las críticas a Illa, se ofrecieron a pactar cuando se conozcan los resultados. Fue la constatación de que intentarán armar una mayoría alternativa al independentismo, pero también fue un lema de cara al resto de la campaña: "Le llamaré y veremos si pacta con los separatistas", señaló el líder de Ciudadanos. Y Fernández lo dio por hecho, porque "cuando debe tomar una decisión, el PSC pacta con los separatistas".
En el debate, con Illa como gran adversario, también se vigilaron muy de cerca Borràs y Aragonès, que saben que deberán llegar a acuerdos para mantener el Govern de la Generalitat, si llegan con similares apoyos electorales en la noche del 14F.