La CUP ha aplazado su plan para "articular y transformar los Países Catalanes" a 2030, fecha en la que espera alcanzar la independencia de Cataluña, según consta en el pograma electoral que la formación ha hecho público este miércoles de cara al 14F. Así, los antisistema insisten en incluir a Valencia, Baleares, Andorra y el sur de Francia en su plan rupturista.
La formación ha escogido el lema CUP, un nuevo ciclo para ganar, que se basa en un plan de rescate social, una propuesta de modelo socialista, feminista y ecologísta y la confrontación democrática hasta lograr la independencia. En este aspecto, exigen un referéndum "o cualquier alternativa que permita a los catalanes decidir su futuro".
Desobediencia y luchas populares
Según detalla en el programa, el referéndum o cualquier otro instrumento servirá para "dirimir democráticamente el conflicto, será un pulso político que requerirá movilización, desobediencia y dinámica de colapso", por lo que pide añadir los actos de desobediencia y de las luchas populares dentro de un plan, y acompañar el proceso desde un frente institucional, como el Consell Per la República.
El partido también insiste en impulsar una ley de amnistía que anule las causas judiciales contra los independentistas encarcelados por el 1-O y de "todas aquellas personas que hayan sido procesadas, juzgadas, detenidas o encarceladas por defender derechos políticos, sociales o civiles".
Sin referéndum para 2025
Lo más llamativo del nuevo programa es la ausencia de la propuesta que la CUP anunció para estas elecciones y que asumía la celebración de un nuevo referéndum antes de 2025 para lograr la independencia.
El partido reivindica un modelo económico socialista, feminista y ecologista basado en la economía plural, la salud, la renta, las curas, la vivienda, los abastecimientos energéticos y la protección social, con el fin de garantizar los bienes y servicios necesarios para la reproducción social y la dignidad de la vida humana. En ese sentido, destaca la creación de una banca pública para influenciar "de forma directa e indirecta sobre el mercado financiero" y garantizar que este responda al interés general por encima de los intereses privados, además de apostar por la autogestión y el cooperativismo como formas de economía social al servicio de los intereses de las clases populares.