Cincuenta alcaldes de la Cerdanya, Alt Urgell, Ripollès, Pallars Jussà y Sobirà, Aran y Ribagorça, han consensuado un frente común contra el confinamiento municipal acordado en esta zona pirenaica, bajo la premisa de que “nuestras comarcas no se pueden tratar igual que el área metropolitana, pues no es lo mismo las 16.000 personas que allí viven por kilómetro cuadrado, a las 5 que viven en algunos municipios del Pirineo”.
Fruto de una reunión telemática celebrada el pasado jueves, los ediles han enviado un documento dirigido a la Generalitat y los gobiernos español, andorrano y francés, en el que exigen que se tenga en cuanta la singularidad de esa zona. Piden “confinamiento comarcal y no municipal, sin renunciar a las regiones sanitarias como ámbito de confinamiento” y “permitir la movilidad entre los territorios transfronterizos, como ahora entre la Alta y Baja Cerdanya”.
Apertura del comercio no esencial
Asimismo, reclaman que el comercio no esencial pueda abrir los fines de semana y se replanteen las franjas horarias de la hostelería y la restauración, para que puedan servir cenas.
Los alcaldes exigen participar en las reuniones de Procicat para que se tenga en cuenta al Pirineo en la toma de decisiones, “cosa que ahora no sucede”.
Los cargos municipales instan a que las restricciones se anuncien con más antelación, para minimizar el impacto económico, y que éstas vayan acompañadas de medidas de reactivación económica y ayudas económicas. Petición esta última que va dirigida al Gobierno y a la Generalitat.
Fomentar la colaboración público-privada, así como incrementar los recursos sanitarios, sociales y de seguridad social, forman parte de las reivindicaciones de los alcaldes.