La mesa de partidos políticos ha decidido aplazar las elecciones catalanas, previstas para el 14 de febrero, después de que el Govern haya argumentado que la situación pandémica suponía un riesgo para los votantes. El ejecutivo autonómico propone el 30 de mayo como fecha alternativa, mientras que el PSC sugiere un "aplazamiento técnico" a marzo.

Tras la reunión del Consell Executiu previsto para esta tarde, el presidente en funciones, Pere Aragonès, firmará en decreto de aplazamiento.

Pugna entre partidos

La reunión de la mesa de partidos se ha celebrado precedida de un enorme debate sobre la oportunidad de aplazar de nuevo las elecciones, ya que hace un año, el expresidente Quim Torra prometió que las convocaría tras la aprobación de los presupuestos de la Generalitat.

La pugna entre los socios de gobierno, Junts per Catalunya y ERC, fue demorando la cita con las urnas hasta que Torra fue inhabilitado y Pere Aragonès asumió la presidencia en funciones, abriéndose un escenario sin precedentes. Ello derivó en una disolución automática del Parlament el pasado 22 de diciembre, con vistas a celebrar las elecciones el 14 de febrero.

Previsiones de contagio

La Consejería de Acción Exterior asumió la elaboración de un protocolo para garantizar unos comicios seguros. Lo hizo cuando la pandemia había alcanzado su pico más alto, --6.500-- pero a principios de esta semana, se supo que el Govern trabajaban en un aplazamiento a mayo o junio.

Las cifras de contagios previstas para el 14F, según aseguró ayer la Consejería de Salud, oscilan entre 3.000 y 4.000 casos, de ahí que las razones partidistas se hayan impuesto en el debate.

División total

Así, mientras PSC, partido que se disparó en los sondeos con Salvador Illa como candidato, siempre había defendido la fecha del 14F, Ciudadanos, CUP y los comunes apostaban por un aplazamiento. ERC, dividida entre el deseo de celebrar elecciones y las recomendaciones de la Consejería de Salud que dirige, sufrió el órdago de Junts per Catalunya, a favor de mantener la fecha inicial. Finalmente, los socialistas se avinieron a un aplazamiento "técnico", proponiendo los días 14 o 21 de marzo como fechas alternativas.

Patronales y sindicatos, así como el Gobierno español, habían reclamado mantener el 14F.