El asalto al Capitolio, por las masas favorables a Donald Trump, ha llevado a comparar esas imágenes con las vividas en Cataluña durante el procés y a lo largo del 1-O. En el caso de Estados Unidos se trataba de impedir la proclamación de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, que tomará posesión de su cargo el 20 de enero. Cuando Trump reaccionó, pidiendo a sus partidarios que se fueran ya a casa, de forma "pacífica", éstos no le hicieron caso y permanecieron delante del Capitolio, frente a los dispositivos policiales. En la concentración frente al departamento de Economía, en el otoño de 2017, los activistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart reclamaron a los independentistas que impedían la salida de los agentes judiciales que habían entrado en el edificio de Economía que los manifestantes debían irse a casa, pero no les hicieron caso. Con el procés independentista, el movimiento trató de subvertir el orden constitucional. 

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