El presidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, ha asegurado que el ejecutivo catalán no se plantea el cierre de los centros educativos con los datos actuales de coronavirus. Así, solo plantea la interrupción de la actividad docente en "un caso extremo de confinamiento domiciliario".
En declaraciones a Efe, el republicano ha defendido que "nadie entendería que hayan espacios de ocio abiertos, pero que los niños se tengan que quedar en casa", ha sostenido. Para Aragonès la escuela cumple una función esencial, ya que contribuye al bienestar emocional de los menores y también reduce las desigualdades entre quienes tienen más o menos recursos.
Escuelas catalanas, abiertas
"El cierre de las escuelas en Cataluña provocaría unos efectos devastadores desde el punto de vista social para algunos sectores de la sociedad que también han sido los más afectados por la pandemia. Por eso es tan importante mantenerlas abiertas", ha insistido.
Por su parte, el director general de centros públicos de la Generalitat, Josep González Cambray, ha explicado que las escuelas catalanas reabrirán este lunes "con máxima prudencia" y que la próxima semana se realizarán pruebas PCR entre los profesores.
Vuelta a las aulas el 11 de enero
Lo ha dicho este miércoles en una entrevista en Catalunya Ràdio, después de que una veintena de investigadores recomendaran a la Generalitat retrasar el reinicio de la actividad educativa presencial ante la situación epidemiológica y establecer un plan de refuerzo de la educación online y el teletrabajo.
Cambray ha defendido que las consellerias de Salud y Educación escuchan "todos los puntos de vista", pero ha recordado que en septiembre algunos expertos también pidieron no abrir los centros y que, durante el primer trimestre, se ha demostrado que las escuelas son seguras, a su juicio.