La diputada de Junts per Catalunya (JxCat) Míriam Nogueras se ha diplomado en un curso impartido por el Centro Superior de Estudios de Defensa Nacional (Ceseden) --un órgano dedicado a impartir cursos militares--, y al cual se accede por invitación del jefe del Estado Mayor de Defensa (JEMAD), Miguel Ángel Villarroya.
Nogueras, célebre por su radicalidad independentista y su hispanofobia --ha llegado a calificar a España como "un Estado fascista y un nido de corruptos analfabetos"--, ha celebrado la consecución de este título, así como sus motivaciones para conseguirlo, a través de sus redes sociales: "Para un Estado, tener claras las políticas de seguridad nacional y cooperación internacional es importante. Tener las estructuras para ejecutarlas es imprescindible. No lo es tanto si quieres quedarte en una autonomía. Independencia", ha proclamado la diputada posconvergente en su perfil de Twitter.
Míriam Nogueras, explicando por qué participó en el curso de Defensa / @miriamnoguerasM (TWITTER)
Tres horas diarias durante tres meses
En el curso, de tres meses de duración y que exigía una dedicación diaria de tres horas y un trabajo final, también participaron otros diputados como Miguel Gutiérrez (Ciudadanos) y Javier Ortega Smith (Vox), la senadora Maite Rivero --también de JxCat--, así como militares y guardias civiles de alto rango y empresarios del ámbito de la tecnología dual, según informa el diario Avui.
Nogueras, que a su vez pertenece a la comisión de Defensa del Congreso, afirmó a dicho medio que "no diría que hay que conocer al enemigo, pero sí que hay conocer al adversario".
El curso en cuestión, que cuenta tan solo con ocho plazas, ofrecía "una visión general de la defensa" a escala española e internacional y mostraba aspectos que afectan al contexto geoestratégico y las Fuerzas Armadas. Nogueras llevaba cuatro años --desde 2016, antes del referéndum ilegal del 1-O-- intentando apuntarse. Su trabajo final --que declinó hacer en grupo junto a sus compañeros, aduciendo "objeción de consciencia"-- trató sobre el papel de la mujer en las instituciones de seguridad, como en el caso de Noruega, que tiene seis batallones femeninos.