El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha recordado hoy que la inestabilidad generada por el procés independentista en Cataluña torpedeó la candidatura de Barcelona para acoger la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) en 2017. El político ha lamentado la zozobra política que provocó el desafío secesionista y ha admitido que "no se puede quitar de la cabeza" la oportunidad perdida para la Ciudad Condal.
Lo ha dicho en el consejo nacional del PSC celebrado este sábado. En un cónclave forzosamente virtual por la situación de pandemia, el ministro ha cargado contra la inestabilidad generada por el procés en 2017. Esa inseguridad apeó a la capital catalana de la carrera por la EMA, pugna que finalmente ganaría Ámsterdam. "No me puedo quitar de la cabeza que hoy esta agencia podría tener su sede en Barcelona", ha señalado.
"Hoy decidiríamos sobre la vacuna"
A renglón seguido, Illa ha indicado que "Barcelona sería hoy el centro de decisión de una de las políticas públicas más trascendentales que tenemos que tomar: qué vacunas cumplen los requisitos para ser suministradas".
Por ello, el también exalcalde de La Roca del Vallès (Barcelona) ha llamado a "tomar nota de cara al futuro" de quién fue el culpable de que la EMA se fugara a Países Bajos. "Todos sabemos quién es", ha dicho en referencia a los independentistas.
"No podemos perder más oportunidades"
"No podemos perder oportunidades en Cataluña como la que perdimos con la Agencia Europea del Medicamento en 2017", ha subrayado también el ministro.
Por ello, ha llamado Illa a aprovechar las elecciones autonómicas del 14 de febrero en Cataluña para "desterrar la unilateralidad" y a evitar que se repitan situaciones como la pérdida de una agencia como la EMA, que tuvo un grave impacto económico y reputacional para Barcelona.
Barcelona quedó descartada
La Agencia Europea del Medicamento, sita en Londres (Reino Unido) hasta el brexit, descartó la candidatura de Barcelona para acoger el organismo paneuropeo en noviembre de 2017. Lo hizo pese a que la Ciudad Condal contaba con numerosos avales internacionales y propuso un edificio icónico para albergar el ente: la Torre Glòries.
En aquel momento, el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) ya admitió que el procés independentista en Cataluña, que en 2017 alcanzó su cénit con un referéndum ilegal de secesión y dos intentos de independencia unilateral, frustraron las opciones de la segunda mayor ciudad española.