La Generalitat de Cataluña empieza a abrir la mano ante la estabilización y cierta tendencia a la baja de la incidencia del coronavirus en la comunidad autónoma. Sin embargo, lo hace con mucha precaución y, en las próximas horas, oficializará una relajación de las restricciones impuestas para frenar el avance del virus, pero solo aquellas que afectan a los centros de estética, que abrirán con cita previa y dando servicio de uno en uno. Por lo tanto, bares y restaurantes, así como equipamientos culturales, seguirán cerrados, al menos otros diez días (hasta el 23 de noviembre), según propone el Procicat. A partir de entonces, comenzará una suerte de desescalada.

El Govern, con posterioridad a ese cerrojazo y después de que el Gobierno decretase el segundo estado de alarma, comunicó otras restricciones más duras, como el toque de queda (25 de octubre), el cierre perimetral de los municipios en fin de semana, la clausura de centros comerciales, las restricciones de aforo en actividades de culto, la suspensión del deporte, y la teleenseñanza, entre otros. También impuso a los centros de estética que bajasen la persiana, pero permitió la apertura de las peluquerías. Ello fue a partir del 29 de octubre.

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Los bares y restaurantes, un mes cerrados

En el caso de los centros de estética y cosmética (hay unos 8.000 en Cataluña de los que viven unas 10.000 familias), el sector salió a la calle para protestar por el cese de actividad impuesto por la Generalitat. Entre sus argumentos destacan los pocos contagios que se han registrado en estos negocios, y exigían un trato similar al de las peluquerías.

En el caso de la restauración, bares y restaurantes están cerrados desde el pasado 16 de octubre, cuando la Generalitat optó por esta medida drástica con el argumento de que en esos locales y en sus terrazas se producen más contagios, dado que los comensales se quitan las mascarillas para consumir. Sin embargo, ayer el Departamento de Empresa y Conocimiento sondeó la opción de abrir estos negocios entre la una y las cuatro de la tarde, para servir comidas, solo en el exterior y con un aforo del 50%. El gremio lo rechazó por "insuficiente" y se mantiene firme en su postura: quiere abrir ya.