El Govern entona el 'mea culpa' por las desastrosas ayudas a los autónomos

El Govern ha pedido disculpas por el colapso de las ayudas a autónomos desplegadas para hacer frente a la crisis del coronavirus. La consejera de Presidencia, Meritxell Budó (JxCat), ha asegurado que la Generalitat toma nota del defectuoso diseño de las prestaciones para remediarlo en futuras convocatorias. "Como Govern lamentamos que no haya ido como debería haber ido", ha reconocido en rueda de prensa. Durante los últimos días, la web para reclamar las ayudas se ha colgado en dos ocasiones distintas por el exceso de peticiones.

"Buscaremos un mecanismo que sea ágil pero que no genere malentendidos", ha avanzado la política. Las ayudas de 2.000 euros por trabajador han generado un bloqueo porque se vehiculan a través de un sistema de concurrencia competitiva. Esto significa que todas las solicitudes se tramitan a través de un único canal sin atender a la situación concreta de cada uno de los beneficiarios. Dado que los estímulos cuentan con una dotación de 20 millones de euros, la urgencia por conseguir una de las ayudas antes de que se agotasen los fondos ha colapsado la Administración.

Budó tira de victimismo

"El problema real es que no tenemos suficiente dinero para hacer frente a lo que la gente necesita. Es una realidad de nuestro país", ha afirmado ante las insistentes preguntas de los periodistas. La consellera se ha escudado en el "déficit fiscal" que a su juicio atenaza Cataluña para justificar la falta de recursos para los sectores económicos más golpeados por el Covid-19.

Budó ha contrapuesto esta ayuda de la Generalitat con la gestión del Gobierno: "El apoyo del Estado a los autónomos no solo ha sido de cero euros, ha sido incrementar la cuota de autónomos". La consejera ha pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez que destine todo el dinero necesario para ayudar a las familias y empresas afectadas por la pandemia. Se abona de esta forma a la teoría del presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, de que el caos en el reparto de las ayudas es, en el fondo, culpa del déficit fiscal. 

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