Germà Gordó, el exgerente de Convergència y mano derecha de Artur Mas en su etapa al frente del Gobierno de la Generalitat declarará este miércoles ante el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, como imputado por el presunto blanqueo de capitales en pequeñas cantidades en la formación, lo que se ha dado a conocer como prácticas de “pitufeo”, y que puso de manifiesto en su declaración el extesorero de CDC Daniel Osàcar.
Aunque su comparecencia ha sido aplazada en dos ocasiones, debido a un aislamiento preventivo por contacto con un positivo por Covid, Gordó deberá explicar, finalmente, esas supuestas prácticas. Lo hará por videoconferencia, desde los juzgados de Barcelona. El exgerente de CDC está siendo investigado en una pieza separada, dentro del caso del 3%, denominada ‘Donaciones Blanqueo’, una vez que Daniel Osàcar le señalara como el presunto responsable que controlaba el sistema de blanqueo en pequeñas cantidades en el partido.
Hasta 3.000 euros por cada simpatizante
Fue el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 quien tuvo en cuenta la declaración de Osàcar, que fue muy directa al citar a Gordó como “la persona que directa y personalmente ideó la operativa, la planeó y dirigió su implementación”.
En la defensa de Gordó se ha implicado el propio Artur Mas, que envió una carta a la Audiencia Nacional en la que se hace responsable de todo, con la intención de proteger a Gordó.
En el auto, el magistrado explica la operativa sobre ese supuesto blanqueo de capitales y detalla que Gordó identificó, por lo menos entre 2008 y 2010, una lista de potenciales ‘donantes’ de entre miembros y simpatizantes de CDC y encomendó a Osàcar que les llamara personalmente. La propuesta a todos ellos fue que efectuaran una donación de 3.000 euros al partido, a través de un cheque bancario nominativo. A cambio se entregaba la misma cantidad en dinero efectivo de procedencia ilícita, que les entregaría en mano el propio tesorero. Es el llamado ‘pitufeo’.