Las cifras desmienten a Vendrell: Cataluña dio 13.600 millones en subvenciones durante el 'procés'
La tercera parte de las ayudas que concede la Generalitat, la actividad peor vista por los catalanes, se otorgan a dedo, según la Oficina Antifraude
3 noviembre, 2020 00:00"Aquí las cosas no las hacemos a golpe de subvención, no las hacemos con dinero público. Cuando organizamos cualquier cosa nos lo pagamos de nuestro bolsillo”. Así de categórico se expresó Xavier Vendrell, uno de los cerebros de la financiación del procés detenido en el marco de la operación Voloh, con la finalidad de rechazar la idea de una trama clientelar. Esto es, del presunto tráfico de influencias atribuido por el juez instructor en el que empresarios afines al proyecto secesionista habrían recibido contratos y subvenciones del Govern.
“Aquí las cosas no las hacemos a golpe de subvención, no las hacemos con dinero público” Xavier Vendrell / TV3
Las cifras de la Consejería de Economía de la Generalitat desmienten al exconseller de Gobernación y dirigente de ERC. Desde 2016 hasta el 20 de octubre de este año, es decir, a lo largo de los años álgidos del procés, el Gobierno catalán y sus empresas satélites han convocado subvenciones por valor de 13.655 millones de euros, lo que equivale a 4.738 convocatorias y 2,8 millones de beneficiarios. Es más, la tercera parte de esas ayudas se concedieron a dedo, es decir, sin concurso. Un procedimiento que, según ha advertido la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) en diversas ocasiones, debe utilizarse de una forma muy excepcional. Se da la circunstancia de que Vendrell ha sacado pecho de su apuesta por la OAC, hasta el punto de decir que, este órgano adscrito al Parlament se creó gracias a su empeño en 2008.
Así, de los 13.655 millones destinados a subvenciones, nueve millones pasaron por concurso y otros cuatro se otorgaron en concurrencia. La mayoría de ayudas han ido destinadas a servicios sociales y promoción social (27,75%), agricultura, pesca y alimentación (19,94%) y empleo (14,02%).
En general, el departamento que más ayudas ha repartido durante estos cinco años es el de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia (5.623 millones), seguido de Agricultura (2.708 millones), Empresa y Conocimiento (1.361 millones) y Políticas Digitales y Administración Pública (1.099 millones).
Las cifras no han parado de crecer
Las subvenciones no han parado de crecer desde 2016, año en el que se destinaron 1.114 millones, pues en 2019 esa cifra alcanzó los 3.900 millones. Este año, las ayudas superan los 2.965 millones, aunque en este caso hay que tener en cuenta la situación de pandemia, que justifica las subvenciones sin concurrencia --que superan a las tramitadas por concurso público--.
No obstante, quienes se encargan de velar por el buen uso de los fondos públicos aconsejan que se minimicen esas adjudicaciones directas. En esos términos se ha expresado la OAC, ese órgano cuya paternidad se atribuye Vendrell, en un alarde de mans netes --el lema que ERC acuñó en el pasado para intimidar a CDC, inmersa ya en las sospechas de mordidas del 3%--.
El objetivo de la OAC es “prevenir e investigar posibles casos de uso o destino fraudulento de fondos públicos, o cualquier aprovechamiento ilícito derivado de conductas que comporten conflicto de intereses o el uso particular de información derivada de las funciones propias del personal al servicio del sector público”. La Oficina, que dirige el magistrado Miguel Ángel Gimeno, califica como “área de riesgo más expuesta a la corrupción, el fraude y otras irregularidades” las subvenciones.
La actividad que genera más desconfianza
“La actividad de fomento por la vía del régimen de subvenciones es una de las actividades realizadas por la Administración que genera desconfianza entre la ciudadanía. A menudo se ha presentado como el escenario de malas prácticas e ineficiencias administrativas”, indica la OAC en un informe sobre políticas de integridad.
“El principal riesgo en este ámbito de la gestión pública es otorgar subvenciones conculcando los principios de publicidad, transparencia, concurrencia, objetividad, igualdad, no discriminación, eficacia en el cumplimiento de los objetivos y eficiencia en la asignación y utilización de recursos públicos”, avisa la Oficina.
“Sólo en los casos justificados se puede admitir la concesión directa de subvenciones y excepcionalmente la concesión directa sin publicidad y concurrencia por motivos de interés público o de otros previstos en la normativa reguladora. Hay en estos casos que extremar la objetividad y motivar la justificación indudable del interés que se predique de estas actividades subvencionables”, sentencia.
Las subvenciones a Vendrell
En las investigaciones del juez Joaquín Aguirre aparece La Fundació El Brot, que dirige Xavier Vendrell, que "recibe de forma recurrente respecto a la actividad que desarrolla en Sant Joan Despí subvenciones del Departamento de Educación que no se justifican convenientemente o tal y como lo define el asesor de Vendrell, Jordi Sanglas, no se puede justificar ni harto de vino. Al parecer, las subvenciones han ascendido a un total de 210.000 euros en los últimos tres años y el anterior contable de El Brot, Josep Querol, hacía apuntes contables que no responden a la realidad para cuadrar las cifras. Es decir, se estarían obteniendo fondos públicos de manera absolutamente irregular".
Sin embargo, el republicano "no duda en afirmar, a la vista de las negociaciones con Josep Bargalló, que el resto de recursos ya los conseguirán por otros lados y que el concierto ordinario no le preocupa porque lo conseguirá esté quien esté. De estas afirmaciones parece inferirse que Vendrell estaría cerrando acuerdos con otros departamentos de la Generalitat para financiar sus proyectos y por el propio contenido de las conversaciones no es descartable que esa financiación se instrumentalizase a través de subvenciones".