"Mascarillas compradas fuera de Cataluña y no etiquetadas en catalán". Esa es una de las preocupaciones del sindicato independentista Intersindical-CSC en plena segunda ola de la pandemia mundial de coronavirus. Con este sorprendente mensaje se quejaba esta organización del hecho de que la Generalitat haya adquirido material fuera de su territorio.
"¿Así se cuida el tejido comercial de proximidad y la lengua, Departamento de Educación? Máscaras compradas fuera de Cataluña y no etiquetadas en catalán", denuncia amargamente esta entidad secesionista en su perfil de Twitter --cuando ya se han registrado 60.000 alumnos en cuarentena por Covid en la comunidad desde la vuelta al cole--, además de lamentar que "centros educativos públicos y concertados" hagan, según ellos, "publicidad de Amazon para ganar dinero".
La imagen adjuntada a su mensaje muestra que, en efecto, el etiquetado de este producto es en castellano. Y también que se trata de lotes de mascarillas higiénicas reutilizables, no EPIs o FFP, tal y como se advierte también en el mismo y en la página web de la empresa fabricante. Algo que el sindicato no entra a valorar en su mensaje.
Intersindical-CSC es un sindicato muy minoritario en Cataluña que se autodefine como "de clase" y cuya presencia y militancia se nutre en buena medida de la Administración catalana, además de contar con las simpatías de destacados dirigentes de la Generalitat, como por ejemplo su expresidente Quim Torra. No en vano, la organización estuvo detrás de numerosas protestas favorables a los mandatarios del procés y de los denominados "paros de país" secesionistas de 2017 y 2019. Hasta este año, su secretario general fue Carles Sastre, exterrorista de Terra Lliure condenado en su día por el asesinato del empresario José María Bultó en 1977.