Las críticas de los dirigentes independentistas sobre la supuesta falta de democracia en España caen en saco roto cuando llegan a la Unión Europea (UE). Los mandatarios procesistas han vuelto a sufrir este lunes un nuevo revés al ver que sus consignas nacionalpopulistas no encuentran credibilidad más allá de sus propios simpatizantes. Es el caso del eurodiputado de JxCat Toni Comín, quien ha expresado su indignación porque la Comisión Europea no equipara a España con países como Polonia y Hungría.
"¡Qué insensatez! La Comisión Europea, en su informe sobre el Estado de Derecho en la UE, ignora la violación de los derechos fundamentales en España, pero pone el foco sobre Polonia y Hungría. ¿Se piensa que estos países callarán ante este doble estándard?", ha lamentado Comín en su perfil de Twitter.
El exconsejero de Salud de la Generalitat, fugado de la Justicia por el referéndum ilegal de secesión del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña de octubre de 2017, critica a las instituciones europeas, a las que formula la siguiente pregunta: "¿No se da cuenta la Comisión Europea que, tolerando (por omisión) que un Estado como España haga lo que hace, está abriendo la puerta a que el resto de Estados miembros acaban haciendo lo mismo?. La institución que tendría que vigilar el Estado de derecho en la UE, actuando así, lo que hace es ponerlo en peligro", sostiene el eurodiputado posconvergente.
España, "democracia plena"
En este sentido, cabe recordar que diversos informes sitúan a España entre las democracias más consolidadas del mundo. Según un estudio de The Global State of Democracy 2019, publicado por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA), España está considerada en la actualidad como la 13ª democracia con mejor puntuación sobre un total de 158 Estados analizados. Esta posición, que el país ocupa desde finales de 2019, supone además que España escaló siete puestos en relación al informe del año anterior.
En enero de 2019, otro estudio de la unidad de inteligencia de The Economist consideró a España una de las "democracias plenas" del mundo, por delante de países como EEUU o Francia. Este informe anual dio a España una valoración de 8,08 en el grupo de las mejores democracias de 2018, que agrupan sólo al 4,5% de la población mundial.
La unidad de inteligencia de The Economist tiene en cuenta diversos factores, con más de 67 indicadores a partir de cinco categorías: los procesos electorales y el pluralismo, el funcionamiento del Gobierno, la participación política, la cultura política democrática y las libertades civiles.