Nueva polémica por el sesgo independentista de la universidad catalana. El rector de la UPF, Jaume Casals, difundió el pasado miércoles un mensaje en defensa de Quim Torra a través de la página web de la institución. Aprovechando su cargo, Casals criticó la inhabilitación del expresidente y arremetió contra el poder judicial: "No me complicaré con ningún argumento jurídico ni con el valor y la consideración que merece el gremio de los jueces".
En una misiva, la entidad constitucionalista S'ha Acabat! ha denunciado que la actuación del rector excede las funciones consignadas por la ley. Además, los estudiantes lamentan que su escrito se desvíe de "los principios de objetividad e imparcialidad que deben guiar el comportamiento de las administraciones públicas". Por todo ello, la organización reclama una "rectificación inmediata" a Casals para preservar el pluralismo y la diversidad ideológica en el entorno universitario.
Presenta a Torra como un héroe
En su "reflexión", Casals rememora su nombramiento como rector por parte del Govern presidido por Quim Torra. Además, considera que la destitución de Torra por parte del Tribunal Supremo, "como si se tratase de cualquier subordinado", es un "error formidable" que en el "futuro será indescriptible y a la vez inmemorial".
Para sostener su tesis, Casals echa mano de una obra del filósofo francés Voltaire para comparar la inhabilitación del expresident con la persecución de un "gran capitán" del ejército del emperador Justiniano.
Una universidad tendenciosa
No es la primera vez que la cúpula de las universidades catalanas vulnera el principio de neutralidad posicionándose de forma declarada de parte del independentismo. Y dejando desprotegido al profesorado y alumnado que no comulga con esta opción política. De hecho, centros como la UAB han sido condenados por conculcar los derechos fundamentales de los estudiantes contrarios al procés.
En 2019, un colectivo de docentes se rebeló contra los "aberrantes" manifiestos de los claustros a favor del 1-O y de la libertad de los políticos presos. En una carta suscrita por más de 800 profesionales, los firmantes reclamaron a las direcciones de seis universidades catalanas que no se posicionaran políticamente para garantizar la libertad ideológica de la comunidad educativa.