La receta catalanista para la reconstrucción post-Covid
PNC, PDECat y Units coinciden en las fórmulas económicas y sociales necesarias para superar el declive procesista, pero discrepan sobre el encaje de Cataluña en España
20 septiembre, 2020 00:00Más de 300.000 votos catalanistas en juego bien valen un acuerdo electoral, pero, de momento, los partidos identificados con ese espectro ideológico alejado de las aventuras rupturistas, marcan distancias entre sí. Los proyectos de Partit Nacionalista de Cataluña (PNC), PDECat y Units per Avançar coinciden en fórmulas económicas y sociales, necesarias para superar el declive procesista y abordar la reconstrucción pos-Covid. Y aunque los tres partidos rechazan vías unilaterales, discrepan sobre el encaje de Cataluña en España.
Marta Pascal, líder de PNC, mantiene las puertas abiertas a PDECat, después de que Artur Mas confirmara esta semana que se queda en este partido. El tiempo dirá si el expresidente de la Generalitat vuelve a presentarse como mediador para reconducir las relaciones con Carles Puigdemont.
Pascal, ajena a las guerra cainitas entre sus excompañeros de partido, tiene un programa de gobierno bien definido, basado en los trabajos del think tank El País de Demà, liderado por el empresario Antoni Garrell.
Las 300 medidas de PNC
Fruto de esa colaboración surgieron 302 medidas incluidas en el documento Medidas y reflexiones para reactivar Cataluña [se puede leer en este enlace], divididas en cuatro ejes y 10 ideas para la reactivación inmediata de Cataluña. El PNC apuesta por un modelo socialdemócrata que aboga por la colaboración público-privada en el terreno económico y la eficiencia en la protección social. Apoyo a los emprendedores, transformación tecnológica, crecimiento de las pymes, rediseño del modelo turístico y comercial, repensar las infraestructuras y luchar contra el dumping fiscal son algunas de las medidas que este “PNV a la catalana” propone.
La mejora de la financiación de los servicios sociales, la conciliación de la vida personal y familiar, así como la actualización de sistema educativo con contenidos adaptados a las necesidades actuales forman parte del paquete de sus medidas sociales.
Respecto al encaje de Cataluña en España, PNC considera que la independencia es un objetivo legítimo, pero en el que no tiene cabida la vía unilateral. Defienden la vía del referéndum, siempre y cuando sea pactado con el Estado.
El Pacto de Estado de Units
Units per Avançar, liderado por Ramon Espadaler, conserva el espíritu socialcristiano de la extinta UDC. En su programa no tiene cabida la celebración de un referéndum, pues no lo consideran prioritario, y sí el reconocimiento nacional de Cataluña en la Constitución española, el blindaje del catalán y una financiación justa.
El documento que detalla ampliamente ese ideario político se titula Bases para un pacto de Estado Cataluña-España [se puede leer en este enlace] donde se constata “el fracaso del independentismo y del inmovilismo”.
Units, que de momento mantiene su pacto con el PSC en el Parlament y en el Ayuntamiento de Barcelona, defiende la economía productiva que trabaja por el bien común, el refuerzo de las familias, que considera pilar de convivencia, bienestar y seguridad, así como la libertad de los padres para elegir el modelo educativo.
Esta formación aseguró que había negociaciones con PNC para concretar un acuerdo preelectoral, una afirmación que fue desmentida por Pascal.
El diálogo y la gestión del PDECat
Especialmente convulsa es la situación de PDECat, presidido por David Bonvehí, y que hasta ahora ha convivido con el sector más duro de Carles Puigdemont, esto es, con una vía unilateral con la que ahora parecen discrepar. Han anunciado que defenderán su propia línea ideológica, tanto en el Congreso como en el Parlament.
El documento Crear, garantizar y compartir, publicado en mayor de 2017, detalla el ideario ideológico de los neconvergentes [se puede leer aquí], pero más recientemente, en el consejo nacional celebrado en julio, el partido desgranó tanto sus propuestas políticas, como su modelo de sociedad. Reivindicaban su capacidad de diálogo, negociación y acuerdo, así como una buena gestión (su fuerza municipalista) “acreditada desde hace tiempo y especialmente necesaria en momento difíciles como los que vienen, sobre todo con la crisis pos-Covid”, explicaba Bonvehí a las bases de esta formación.
Colaboración público-privada, protección social y servicios públicos de calidad, libertad de los padres a elegir escuela, emprendeduría o mesocracia catalana son algunas de las apuestas de un partido que se declara independentista.