Llegó el día. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, acude esta mañana al Tribunal Supremo, cuyos magistrados deben resolver sobre la inhabilitación del dirigente autonómico.

Fue a finales de 2019 cuando el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) condenó a Torra a un año y medio de inhabilitación y multa de 30.000 euros por un delito de desobediencia, derivado de colocar en el balcón de la Generalitat una pancarta a favor de los políticos presos en periodo electoral. No solo eso, sino que el president se negó a retirar la lona con los mensajes de apoyo a los reos condenados por sedición en el marco del procés.

Torra recurrió esa sanción, que debe resolver ahora el Supremo. Si el alto tribunal la rechaza, la condena del TSJC entrará en vigor de forma inmediata. Por el contrario, si aceptan el recurso a trámite y entran a valorar si los actos del presidente constituyen una desobediencia o no, la decisión definitiva se demorará unos días, pero no demasiados.