Hay puentes y proyectos compartidos, pero también fronteras claras. Societat Civil Catalana, que tuvo como uno de sus impulsores y que ejerció de presidente, en la figura de Josep Ramon Bosch, discrepa de la petición de la Lliga Democràtica, un proyecto en el que participa el propio Bosch, por la petición de indultar a todos los políticos presos, condenados por el 1-O.
Societat Civil Catalana, que dirige ahora Fernando Sánchez Costa, ha querido recordar su posición sobre la situación de los políticos presos, aunque mantiene contactos con la Lliga Democràtica, y comparte algunos de sus planteamientos para poder superar la situación de bloqueo en Cataluña. La entidad señala la “gravedad de la insurrección anticonstitucional promovida por los líderes condenados, así como el daño que causó a nuestra tierra”.
Salida al bloqueo político
Lo que destaca la entidad constitucionalista es que se debe “defender el Estado de Derecho, y la separación de poderes y la labor de los tribunales, como base de la democracia moderna”.
La Lliga Democràtica, que dirige la politóloga Astrid Barrio, y que intenta llegar a acuerdos con otros grupos políticos para presentar una alternativa catalanista en las elecciones catalanas –desde Lliures, hasta el PDECat o el Partit Nacionalista de Catalunya— considera que ha llegado el momento de buscar una salida al bloqueo político e institucional y que una medida podría ser el “Indulto” para todos los políticos presos.
Contra el "patriotismo de salón"
Societat Civil Catalana asegura que no se niega a buscar una salida, pero que la situación penitenciaria de los presos “debe abordarse sin venganza y sin privilegios de ningún tipo”. Y añade que “cualquier cambio de escenario previsto en nuestra legislación debería ir precedido del reconocimiento del daño y de la voluntad de alejarse de la ilegalidad”.
El debate que ha generado la apuesta de la Lliga Democràtica ha provocado una crítica severa contra Josep Ramon Bosch, por su relación con la Lliga y con Societat Civil. La entidad lo ha defendido, al considerar que “dudar del patriotismo constitucional de Josep Ramon Bosch es surrealista y mezquino”. La asociación insiste en pedir “una llamada para pasar del patriotismo de sofá al compromiso concreto”.