A día de hoy, ningún miembro del Govern ha desautorizado a la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, tras hacer un llamamiento a rodear la Universitat de Barcelona (UB) en la Diada porque, a su juicio, es demasiado "unionista". Una valoración que hace extensiva a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Ambos centros celebran elecciones a rector este año, de ahí la movilización secesionista.
Pero mientras la Generalitat tolera las bravatas de la ANC, desoye la llamada de auxilio de los rectores de las ocho universidades catalanas, inmersas en una situación cada vez más precaria, con un aumento de la temporalidad laboral debido a recortes no revertidos desde hace 10 años y a la fuga de cerebros. Se trata de un sector estratégico, no solo desde el punto de vista del talento, sino también económico.
Según los datos de la Associació Catalana d’Universitats Públiques (ACUP), estos centros educativos generan 60.000 puestos de trabajo director y un 2% del PIB catalán. A la espera de que en los próximos años se aplique la reducción del 30% del precio de las tasas --un compromiso del Govern arrancado por Catalunya en Comú-Podem--, hoy por hoy, la universidad pública catalana es la más cara de España, lo cual fomenta las desigualdades sociales. ACUP cifra en solo un 10% el alumnado que procede de familias con rentas bajas.
"Nuestra supervivencia está en juego"
“Nuestra supervivencia está en juego por la falta de financiación”. De esta forma se expresaban en octubre de 2019 los ocho rectores catalanes en un solemne acto conjunto celebrado en el paraninfo de la UB. Casi un año después, la situación es muy parecida, a pesar del balón de oxígeno de los nuevos presupuestos de la Generalitat para 2020, y los rectores han vuelto a lanzar un SOS este verano mediante un nuevo comunicado conjunto.
Las advertencias de la comunidad educativa han sido diversas. “La desinversión pública en universidades y en investigación en Cataluña en los últimos años es preocupante y comienza a afectar el funcionamiento ordinario y los resultados de la actividad universitaria. Se ha pasado de una financiación de la Generalitat a las universidades de 908 millones de euros en 2009 a tan sólo 766 millones en 2017 (con una máxima reducción en 2014, con una financiación de tan sólo 678 millones)”, denunciaba el documento de ACUP Las universidades públicas catalanas, una inversión estratégica para el progreso social, cultural, económico y tecnológico de Cataluña.
Envejecimiento progresivo
A esa situación se añade “un envejecimiento progresivo y grave de las plantillas del personal universitario, con medias de edad que ya se acercan a los 60 años en el caso del PDI (personal docente e investigador), y una gran dificultad para estabilizar al personal joven y para atraer y retener talento en las universidades catalanas”, añadía ese documento.
Más recientemente, ante la situación de pandemia, los rectores han puesto de manifiesto la necesidad de "destinar a los centros universitarios una parte de los fondos especiales para la reconstrucción".
Presupuestos de 2020
¿Cómo está la situación financiera a día de hoy? Los presupuestos de la Generalitat contemplan una partida de 979 millones para las universidades catalanas. “Hay que tener en cuenta que de esa cifra, 100 millones van destinados al capítulo 1, es decir, a gastos de personal. Por eso, nosotros instamos al Govern a cumplir la Moción 97 / XII, sobre las universidades públicas, con la incorporación en el presupuesto para 2020 de 900 millones para financiación y 100 millones para inversiones en infraestructuras”, explica la diputada de PSC-Units, Alícia Romero.
Recuerda que su grupo hizo enmiendas a las cuentas catalanas "para aumentar los recursos en las universidades e investigación. Pero los partidos del Govern votaron en contra".
Hace 10 años que el Govern no invierte en infraestructuras, hasta el punto de que centros como la Universitat Rovira i Virgili (URV) han denunciado que sus laboratorios “se caen a pedazos”.
Para 2020, la Generalitat contempla 9,7 millones para el Plan de Inversiones Universitarias. Esta circunstancia enlaza con otro de los sectores vinculados a la universidad, el I+D, que también ha sufrido la precariedad. Con motivo de la última reunión de los miembros del Pacto Nacional para la Sociedad del Conocimiento, la rectora de la URV y presidenta de ACUP, Maria José Figueras, fue muy dura con la falta de recursos destinados por la Generalitat, dado que este sector será fundamental en la reconstrucción post-Covid.
Descenso de tasas
Respecto al descenso del 30% de las tasas prometido por el Govern, hay que tener en cuenta que, en 2012, los recortes aplicados por el Govern de Artur Mas fueron compensados con un aumento del 66% de esas tarifas. Según Fundació Coneixement i Desenvolupament, ese enorme aumento supuso un decrecimento muy fuerte en el acceso a la universidad. Entre el curso 2011-2012 y el 2017-2018, el porcentaje de jóvenes de 18 años que se incorporaban a las universidades catalanas cayó cinco puntos (del 48,2% al 43,5%), por lo que Cataluña pasó de ser la quinta comunidad autónoma con más estudiantes universitarios a ser la novena.
El abandono en Cataluña en el curso 2013-2014 alcanzó un 21,9%; el más alto de toda España. Aquella situación provocó una fuga de cerebros. En 2009, al inicio de la crisis, había 35.000 jóvenes viviendo en el extranjero. Hoy, la cifra se ha duplicado y alcanza los 76.000.
Respecto a la situación laboral de los docentes, el Observatorio del Sistema Universitario (OSU) advierte de que "con un 69% de temporalidad de la plantilla de PDI, el porcentaje de profesorado asociado crece sostenidamente y va camino de duplicar la media española.