La ofensiva del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y destacados miembros de su partido (JxCat) contra el secretario general y los letrados del Parlament por no publicar íntegros algunos puntos de las resoluciones contra la monarquía española que chocaban con la legalidad también genera indignación en el catalanismo. Es el caso, por ejemplo, del Partit Nacionalista de Catalunya (PNC), cuyo secretario de organización, Àlex Moga, ha denunciado este miércoles el "sectarismo" del mandatario posconvergente, al tiempo que ha tendido la mano al PDECat para "sumar" en torno a un "proyecto de país" con prioridades distintas a las de JxCat.

Moga considera que los ataques de Torra para intentar forzar el cese del secretario general del Parlament, Xavier Muro, no es más que una "cortina de humo para esconder la nefasta gestión" del Govern frente a la pandemia de coronavirus y a nivel macroeconómico, ya que "Cataluña está hoy peor que hace tres años".

Moga, además, acusa a Torra de no respetar un principio básico en democracia como la división de poderes, al traspasar con esa campaña de coacciones "una línea roja: la intervención del poder ejecutivo en el poder legislativo", según ha afirmado en declaraciones a EFE.

Riesgo de un nuevo Govern de JxCat y ERC

Ante la proximidad de unas nuevas elecciones autonómicas en Cataluña, Moga ha alertado de la posibilidad de que JxCat y ERC obtengan un resultado que les "obligue a entenderse" y vuelvan a formar coalición.

El PNC, nuevo partido liderado por la excoordinadora general del PDeCAT Marta Pascal, aspira a "entrar en el Parlament" y ser "clave" para condicionar la formación del nuevo gobierno y establecer un "cambio de prioridades", ha destacado.

Este cambio debe pasar a su juicio por aparcar la vía unilateral a la independencia y poner en primer término cuestiones que "no tengan nada que ver con la confrontación", como empresas y autónomos, sistema educativo, cambio climático o transformación digital.

Tienden la mano al PDECat

Desde el PNC se observan con atención los movimientos en el atomizado espacio del soberanismo no unilateralista, en el que puede acabar recalando el PDECat si se acaba confirmando su ruptura con JxCat y se ve obligado a presentarse por su cuenta a las elecciones.

En este sentido, Moga ha tendido la mano al PDECat, del que se dio de baja en febrero de 2018, aunque ha advertido de que el PNC, un "partido completamente nuevo y sin mochilas", no pactará a cualquier precio con la formación que preside David Bonvehí.

Si el PDECat se desliga de JxCat y de su presidente, Carles Puigdemont, Moga ha dejado claro que el PNC es "un partido que quiere sumar", si bien considera que no hay que cometer los mismos "errores" que cometió el PDECat en su fundación en 2016, cuando se configuró "más como una plataforma de intereses de amplios sectores" que como un partido con un "proyecto de país".

"Humildad"

Para evitar los "reinos de taifas" en un eventual acuerdo con el PNC, ha señalado, el PDECat debería demostrar "humildad y amplitud de miras", renunciando a "las cuotas y las sillas" y apostando por "el talento y la meritocracia".

"Si el PDECat está dispuesto a poner por delante el talento y la meritocracia, el PNC está en disposición de sumar con toda la gente que vaya en esta línea, siempre rechazando hablar de cuotas electorales, sillas y cargos", ha insistido Moga, que considera que en el PDeCAT "hay muchísima gente muy válida y muy profesional".

En cuanto a las posibilidades de confluencia con otros grupos del catalanismo moderado, como Convergents, Lliures, Lliga Democràtica o Units per Avançar, Moga les ha preguntado si "están dispuestos a dejar los personalismos para sumar por un proyecto de país".