Una gran paradoja, una imagen que ilustra la división entre la retórica y lo que afecta al bolsillo. Òmnium Cultural sufre bajas constantes de militantes en las últimas horas, después de que se publicitara en las redes sociales su apoyo a la proposición no de ley de regulación de los alquileres que tramita el Parlament. Sus promotores, como el Sindicat de Llogateres i Llogaters, exhibieron todas las entidades que han dado su apoyo a la propuesta, con el logo, entre otras, de Òmnium Cultural. Y eso fue suficiente para que cientos de adheridos comenzaran a dudar sobre la dirección de la entidad y decidieran darse de baja.
Y es que en Òmnium, una asociación cultural fundada por prohombres de la burguesía catalana --algunos fueron colaboradores del franquismo-- hay también muchos propietarios de viviendas, que no ven con buenos ojos esa opción izquierdista que se ha identificado con la figura de Jordi Cuixart. Y es que el Sindicat de Llogateres i Llogaters tiene en su cuenta de Twitter un mensaje muy claro: “¿Quieres que se regulen los precios del alquiler? ¿Quieres dejar de vivir con la incertidumbre de que te puedan echar de casa? ¿Crees que se deben recuperar las viviendas desviadas hacia el turismo?”.
Ganar tiempo en la tramitación
La proposición de ley para regular y controlar el precio de los alquileres en ciudades de más de 20.000 habitantes se debía haber aprobado el pasado 24 de julio en el Parlament, pero la decisión del PP y de Ciudadanos de enviarla al Consell de Garanties Estatutàries la ha demorado, y no se retomará hasta septiembre.
El argumento de los dos grupos parlamentarios es que la Generalitat y el Parlament “no tienen competencias” para legislar sobre esa materia. La medida, curiosamente, benefició a fuerzas políticas como Junts per Catalunya (JxCat), que la había apoyado, pero con recelos. Ahora se gana tiempo, y los grupos podrán, a partir de septiembre, realizar enmiendas y modificaciones. La proposición de ley la registraron JxCat, ERC, los comuns y la CUP, y se acordó, precisamente, con el Sindicat de Llogateres i Llogaters y el departamento de Justicia.
Independentista, pero propietario
Pero muchos de los que la apoyaron inicialmente ven ahora que puede ir en contra de sus propios intereses, como los militantes de Òmnium, que suelen tener también afinidad por JxCat. En cambio, en la otra entidad soberanista, la ANC, no se han conocido protestas internas.
“Una cuestión es trabajar por la independencia y a favor de los presos políticos y otra aprobar medidas de control de los alquileres”, señala un miembro de Òmnium, enojado con esa “exhibición” de apoyos.