Un representante del Estado, retribuido a cargo del erario público, llamando a aplastar a ese mismo Estado al cual se debe. Josep Costa, vicepresidente del Parlamento de Cataluña y uno de los mandatarios más radicales de JxCat, ha realizado uno de sus habituales alegatos ultranacionalistas defendiendo "la desobediencia civil" como vía para lograr la independencia de Cataluña, al mismo tiempo que ha reclamado tener instrumentos para "hacernos obedecer" cuando eso se produzca.
El empresario ibicenco y profesor de la UPF incita a la ciudadanía a "desbordar la legalidad" con "actuaciones" que acaben "doblegando al Estado" al no poder "castigar a la gente indefinidamente por la insumisión". En una entrevista a La Razón, Costa se muestra partidario de que los independentistas apuesten por esas actitudes de desobediencia porque "desgastan y laminan el poder del Estado y nos refuerzan a nosotros".
El vicepresidente del Parlament --por cuyo cargo percibe 6.900 euros mensuales del Estado, complementos aparte-- asegura asimismo que no renuncia a la independencia "unilateral", y se muestra convencido de que "en la medida que avanzamos por la desobediencia civil y nos preparamos para una ruptura unilateral, los incentivos del Estado para negociar aumentan exponencialmente".
"La DUI no se ha revocado"
"Quiero recordar que la declaración de independencia no se ha dejado sin efecto, no se ha revocado. Nos debemos de organizar para desplegar y hacer efectiva la constitución de la República catalana", añade.
Paradójicamente, después de hacer estos alegatos a favor de la "desobediencia civil", Costa deja claro que no la quiere para sí si Cataluña alcanzara algún día la independencia: "Ser independiente es la capacidad de hacerte obedecer, de ejercer el poder. Quien tiene el poder en un territorio es quien controla el territorio. No tenemos policías, jueces ni armas para hacernos obedecer, pero tenemos millones de personas dispuestas a obedecer sin ningún tipo de coacción".