Un estudiante de Derecho de la Universidad Autònoma de Barcelona (UAB) asegura que uno de sus profesores utilizó la expresión "Estado fascista" para referirse a España durante sus lecciones. También virtió otros comentarios ofensivos contra partidos políticos y organizaciones constitucionalistas, por lo que el joven presentó una queja ante el decanato. El catedrático se defendió, entonces, alegando que ejercía su derecho a la libertad de expresión.
Àlex Serra, vicepresidente de la organización constitucionalista S’ha Acabat y estudiante que vivió este momento, asegura que el docente defendió en una lección que "Cataluña es una nación oprimida" y utilizó los términos "facha" y "fascista" para hacer referencia a instituciones y grupos no independentistas. Al expresarle su oposición ante esta actitud, los calificativos negativos del profesor se volvieron hacia él y su organización.
Àlex Serra, vicepresidente de la organización constitucionalista S’ha Acabat / TWITTER
El profesor reconoció los hechos
El joven asegura que el profesor le llamó “patético” por formar parte de S'ha Acabat y que lo hizo de forma pública, en otra de sus clases. Ello le llevó a denunciar los hechos ante el decanato, quien se puso en contacto con el catedrático para recabar su versión de los hechos.
En un escrito remitido al estudiante y al que ha tenido acceso Crónica Global, el vicedecano transmite que el profesor "se disculpó por algunas de las afirmaciones de tono más pesado y ofensivo y admitió que no debieran haberse realizado en ningún caso". También destacó que las peores palabras "iban dirigidas a los partidos políticos y no a los simpatizantes o militantes".
Símbolos independentistas en la UAB
Respecto al uso de la expresión "patética", el profesor remarcó que se refería a "las estrategias de los partidos o de los movimientos sociopolíticos en favor de la retirada de carteles o signos políticos del campus de la UAB, no a las personas vinculadas" a estos grupos.
S'ha Acabat impulsó una campaña para acabar con la simbología independentista en las instalaciones de esta universidad, en la que el activismo secesionista es abundante. Su oposición a la utilización política del espacio universitario ha llevado a la organización a ser objeto de escraches y ataques en más de una ocasión.