La pandemia de coronavirus, la grave crisis social y económica o, en definitiva, los problemas reales de la ciudadanía catalana no parecen figurar entre las prioridades del nuevo partido del prófugo Carles Puigdemont. Así se desprende de las declaraciones de una de las personas más cercanas de su entorno, la tertuliana Pilar Rahola, que en su monólogo de los sábados en el programa FAQs de TV3 confirmó cuál será su señuelo electoral: buscar la "confrontación" y el enfrentamiento con España.
"Es un partido, si lo queremos llamar así, o una opción que nace con el mandato del 1 de octubre (sic) y que, como ha dicho claramente Toni Comín, ya va, sin ningún tipo de ambigüedades, hacia la confrontación con el Estado", explicó Rahola, aludiendo a un presunto imperativo surgido del referéndum secesionista ilegal, unilateral y sin garantía democrática alguna de 2017.
Independencia unilateral
La tertuliana, además, insinuó que la intención del prófugo es hacer efectiva la declaración unilateral de independencia de Cataluña si llega al poder, al apuntar lo siguiente: "Aquí no hay estrategias diversas, ni cambio de registro. Aquí hay esto: nosotros somos la gente que aquello que no hicimos, y seguramente no hicimos porque nos equivocamos, lo llevaremos a cabo".
Rahola, como ya reveló el manifiesto embrionario suscrito por Puigdemont y buena parte de la vieja guardia posconvergente, evidenció de nuevo más las carencias programáticas de ese nuevo proyecto ultranacionalista del expresidente de la Generalitat fugado: "No será un exactamente un partido, olvidémonos del concepto de partido clásico, es una concepción muy libertaria, con un enfoque de derechos civiles, derechos sociales, pero derechos nacionales", indicó, aludiendo así a este plan de una parte de los herederos de la antigua CiU.