Controlar todas las instituciones, medios de comunicación y centros de decisión y debate de Cataluña es, desde hace años y cada vez con menor disimulo, uno de los objetivos prioritarios del nacionalismo catalán. Sobre todo, si éstos demuestran su neutralidad y escapan a su control ideológico. Es el caso, por ejemplo, de algunos colegios profesionales, como el de abogados de Barcelona (ICAB), cuya pluralidad no es bien vista por algunos de los dirigentes independentistas y su entorno más inmediato.
La participación este viernes de José Zaragoza, fiscal del juicio a los líderes del procés, en una conferencia de esta institución ha irritado sobremanera al secesionismo. Sirva como prueba ilustrativa la andanada contra el ICAB por parte de Aleix Sarri i Camargo, exjefe de la campaña de JxCat en las elecciones europeas de 2019 y una de las personas de confianza del expresidente fugado de la Generalitat, Carles Puigdemont, y su sucesor en el cargo, Quim Torra, de quien ha sido asesor.
Sus palabras revelan cuál es el concepto de la tolerancia y la pluralidad por parte del independentismo gobernante en Cataluña. Así, Sarri pone como ejemplo a seguir el control de la Cámara de Comercio de Barcelona del ultra Joan Canadell y la autodenominada Assemblea Nacional Catalana desde hace un año. El objetivo final de tales operaciones, según confiesa, es claro: volver a dar un golpe como el de octubre de 2017 y alcanzar la secesión.
"Los autoritarios"
"El rol del ICAB, como el de la Cámara de Comercio, como el de otras instituciones falsamente neutrales, ganó tiempo para el Gobierno español durante octubre de 2017. Para el independentismo (unilateral o no), tomar el control es fundamental si algún día se quiere afrontar un nuevo embate", ha publicado Sarri, sin tapujos ni reparos, en su perfil de Twitter.
Para este simpatizante y colaborador de JxCat poner el ICAB y las instituciones que se precien a su servicio y el de su ideología es algo natural y lógico, tal y como demuestra en un segundo mensaje en el que, paradójicamente, expresa su deseo de "acabar con la falsa neutralidad" de quienes él considera "los autoritarios".