Junts Per Catalunya (JxCat) se constituirá como partido en una asamblea que se celebrará el 25 julio bajo la batuta del expresidente de la Generalitat fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, que busca nuevas fórmulas de supervivencia política mientras su germen, el PDeCAT, todavía no ha decidido su futuro.
El anuncio de la creación del "nuevo" partido lo han hecho de forma simultánea Puigdemont y varios cargos de JxCat a través de sus redes sociales, donde han publicado un manifiesto en el que invitan a sumarse a la "nueva" formación a todos aquellos que quieran "lo mejor para el país".
"Nos comprometemos a hacer de JxCat una herramienta transversal, plural y eficaz al servicio de la república catalana y de las personas. Te esperamos el día 25 para empezar a caminar juntos", afirma el exalcalde convergente de Girona y expresidente de la Generalitat.
Vieja guardia convergente
Entre quienes suscriben el texto figuran pesos pesados de la vieja guardia de la antigua CiU, como los exconsejeros presos Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn; varios consellers del actual Govern, como los también posconvergentes Meritxell Budó y Damià Calvet, o Marta Madrenas y Anna Erra, alcaldesas de Grrona y Vic, respectivamente, así como el exlíder de la Assemblea Nacional Catalana Jordi Sànchez, entre otros.
El manifiesto sostiene que el proyecto de Puigdemont defenderá, entre otras cuestiones, la "justicia social" y la lucha contra "las desigualdades". Algo que no cuadra con el hecho de que muchos de estos dirigentes nacionalistas han estado al frente de la Generalitat y de numerosas instituciones catalanas a lo largo de las últimas décadas, durante las cuales se llevaron a cabo drásticos recortes desde el Govern.
"Lucha contra la corrupción" e independencia
Asimismo, el texto sostiene que el partido estará "comprometido en la lucha contra la corrupción y la mala praxis administrativa". Lo cual también entra en colisión con el partido del cual proceden tanto Puigdemont como buena parte de los firmantes: la antigua CiU, hoy en día insolvente tras ser condenada por diversos casos de corrupción.
El manifiesto considera además que la independencia "es viable e inevitable" y que el procés "no tiene marcha atrás". Algo que tampoco acaba de explicarse si se tiene en cuenta que, entre todos los partidos independentistas catalanes sumados, nunca han llegado siquiera al 48% de los votos en unas elecciones.
"Seguir acelerando el 'procés'"
Puigdemont sostiene que su partido pretende aglutinar "la corriente central del catalanismo", que hoy cree secesionista, y avanzar en la voluntad de ejercer el derecho de "autodeterminación". Su objetivo, según apuntan entre críticas al sistema democrático español, es "seguir acelerando el procés" y "culminar con éxito el proceso de independencia iniciado hace poco más de una década".
El prófugo también invita a participar en su proyecto a los electos que "desde el 21 de diciembre hasta las últimas elecciones en otoño de 2019" han asumido la representatividad del espacio de JxCat.