El ex letrado mayor del Parlament Antoni Bayona apuesta por revisar el delito de sedición del Código Penal para, después, amnistiar a los políticos condenados por el procés. En su opinión, y no es la primera vez que se pronuncia en este sentido, la sentencia del Tribunal Supremo (TS) contra los responsables del 1-O es “claramente injusta”.
En una entrevista con Europa Press con motivo de su libro, Sobrevivir al procés. En busca de tierra firme (Ediciones Península), Bayona sostiene que el TS “ha aprovechado la ambigüedad del delito de sedición para condenar unos hechos que están lejos de lo que debería ser un delito de estas características”.
Un nuevo referéndum
Por ello, Bayona propone que se modifique ese delito en el Código Penal, “para poner en evidencia que había un problema técnico y jurídico importante en la definición de este delito y que, por tanto, ha habido una condena errónea”. Siempre según su opinión, el siguiente paso tras esa revisión sería amnistiar a los políticos presos. Considera que este movimiento contribuiría a avanzar en una solución al conflicto independentista.
Aparte de ello, defiende un referéndum pactado en Cataluña, porque afirma que la “demanda social” es “mayoritaria”. Un referéndum que pregunte a la ciudadanía si está de acuerdo con hacer una reforma constitucional que contemple introducir el ejercicio del derecho de secesión: “Su resultado podría ser muy indicativo y a nivel político tendría consecuencias”.
Autogobierno, plurinacionalidad y 'derecho a decidir'
Asimismo, añade que “no puede ser que un país que se considere democrático, sobre todo si pretende ser una democracia de calidad, no reconozca y no dé ningún tipo de salida” al conflicto separatista. En esta línea, defiende la necesidad de alcanzar un “pacto de conveniencia” que explore todos los márgenes de la Constitución para mejorar el autogobierno de Cataluña y busque una salida a la demanda del derecho a decidir.
Además, cree que también debería haber un reconocimiento de la plurinacionalidad de España por parte del Estado y se debería impulsar una reforma del Tribunal Constitucional (TC) para que deje de aplicar la “doctrina de interpretación restrictiva” que ha tenido en los últimos años. ¿Y dónde se puede tratar todo eso? En la llamada mesa de diálogo.
Todos tienen que ceder
En este sentido, pide que ambas partes hagan un “acto de valentía” para afrontar esta mesa de diálogo con el objetivo de avanzar en una solución al conflicto, y, para él, esto debería pasar por que todos hagan una reflexión profunda y busquen salidas a la situación actual, el independentismo renuncie a la unilateralidad y que el Gobierno plantee propuestas y abandone las recetas que ha puesto sobre la mesa hasta ahora.
También ha alertado del riesgo de cronificar el conflicto independentista, que asegura que no habrá desaparecido tras la pandemia del coronavirus porque una parte de la sociedad catalana “ha llegado a desconectar realmente, aunque sea emocionalmente”, del Estado, y ha lanzado una advertencia al independentismo si no cede.
“Cuando pretendes mantenerte en el conflicto permanente y eres la parte débil, normalmente tienes las de perder. Puedes generar frustración e, incluso, convertir tu propio ideario en algo que casi sea irrelevante políticamente en efectos reales”, ha sentenciado.