Ninguna disculpa ni muestra de arrepentimiento. Los dirigentes independentistas encarcelados por su participación en el procés se han reafirmado este viernes en sus acciones en una campaña conjunta con motivo del primer aniversario de la conclusión de su juicio en el Tribunal Supremo.
Siete de los nueve condenados a prisión han expresado su convencimiento de que su actuación política en la Generalitat --que en 2017 derivó en hechos como la aprobación de las denominadas leyes de desconexión del 6 y 7 de septiembre en el Parlament, el referéndum ilegal de secesión del 1-O o la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre-- fueron correctas. Y eluden cualquier muestra de empatía o disculpas hacia la mayor parte de la ciudadanía catalana que sintió el quebranto de la ley y sus derechos democráticos atropellados por estos dirigentes.
Así, el líder de ERC, Oriol Junqueras, califica de "farsa" el juicio en el que fueron condenados por el Tribunal Supremo y asegura que sus "convicciones siguen intactas". "Seguimos conjurados al servicio de la República catalana", afirma.
El ex consejero de Presidencia, Jordi Turull (JxCat), "se ratifica" en lo que dijo en el juicio: "Las convicciones y el compromiso siguen intactos y más convencido que nunca de la necesidad y urgencia de la independencia de Cataluña".
El exconsejero de Interior, Joaquim Forn (JxCat), también asegura su "ratificación en lo que expresé en mi alegato final y sigo luchando por una Cataluña libre y justa". En su alegato ante el juez Marchena, Forn negó haber dado órdenes a los Mossos d'Esquadra de incumplir los mandatos judiciales.
El también exconsejero Josep Rull (JxCat) califica por su parte el juicio de "simulacro" y "pese a las 843 noches en prisión y 10 años y medio de condena, mis convicciones se mantienen graníticas. No nos rendiremos nunca", añade.
La exconsejera de Sanidad, Dolors Bassa (ERC), considera "más vigente que nunca" su afirmación final en el juicio de que "su sentencia no sería sólo mi libertad, sino la de muchas generaciones".
La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell (ERC), que accedió a que se votaran en la Cámara las leyes del 6 y 7 de septiembre y la DUI, se muestra por su parte convencida de que en "el juicio de la vergüenza no nos juzgaron a nosotros, juzgaron nuestras ideas, no nos juzgaron como ciudadanos y ciudadanas, éramos los enemigos".
Por su parte, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, expresa que "hoy, como ahora hace un año en el Supremo, lo tenemos claro: lo volveremos a hacer".