Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) está a un paso de completar su disolución. El que fuera el partido político de referencia en Cataluña bajo los mandos de Jordi Pujol y Artur Mas ha presentado un concurso de acreedores en el Juzgado Mercantil número 9 de Barcelona y encara su recta final.
La delicada situación financiera que presenta la formación deriva de los múltiples embargos que tiene y la obligada devolución de los 6,6 millones de euros que cobró en comisiones ilegales por obra pública, el caso Palau, dictaminada por el Tribunal Supremo (TS).
Millet, Montull y CDC, en el banquillo por el caso Palau (01/03/2017) / EFE
Los últimos días de CDC
El coronavirus ha alargado unos meses la vida de CDC. Tal y como ha avanzado el diario Ara, el partido tenía que presentar el concurso el pasado 30 de marzo pero el cierre de los juzgados por la pandemia ha impedido continuar con el procedimiento legal.
Ahora, el juez deberá nombrar a un administrador concursal e iniciar la liquidación del partido, que se despidió de la política en 2016 cuando sus militantes crearon el PDECat para reinventarse y huir de los escándalos de corrupción que le acechaban junto a la confesión de presunto fraude fiscal de su fundador, el expresidente Jordi Pujol.
No tiene el dinero a devolver
Este mes de mayo, el TS ratificó que entre 1999 y 2009 la empresa Ferrovial pagó comisiones a CDC a cambio de la adjudicación de grandes proyectos de obra pública en Cataluña, como la Ciudad de la Justicia o la línea 9 del metro. El partido debe devolver por sentencia los más de seis millones que recibió, pero no los tiene.
En su poder tiene aún una docena de sedes embargadas a la espera de subasta, de un total de 40 locales repartidos por toda Cataluña, aunque su valor apenas supera la mitad del importe. Además, sus deudas bancarias rondan los cuatro millones de euros. Mientras, con una estructura mínima de tres personas, el partido espera completar su desaparición.
El PDECat se mantiene intacto
Por si no fueran suficientes problemas, CDC queda a la espera de la responsabilidad económica que se pueda derivar del caso del 3%, en manos de la Audiencia Nacional. Y la refundación de la formación --el PDECat--, que siempre se ha desmarcado del partido del que proviene, mantiene intacto su patrimonio.
El fiscal intentó aplicar el comiso al nuevo partido durante el caso Palau, pero la sala lo rechazó porque los neoconvergentes nunca fueron parte en el procedimiento.