En materia de movilidad, existe una solución más sencilla que cortar calles al tráfico en grandes ciudades como Barcelona, abundar en la ‘guerra contra el coche’, cambiar horarios laborales para evitar las horas punta o hacer pronósticos sobre el descenso del transporte público debido al miedo al contagio del Covid-19. Se trata del teletrabajo. Así lo indican empresarios, expertos en reforma horaria y estudios universitarios. Fomentar un 20% de jornadas laborales en casa requiere, eso sí, de normas reguladoras e incentivos, esto es, del apoyo de las administraciones públicas.
La pandemia ha abierto un intenso debate sobre la movilidad en las grandes ciudades, que en el caso de Barcelona, se ha saldado con una demonización del uso del coche privado por parte del equipo municipal de la alcaldesa Ada Colau. Se da la circunstancia de que la gerencia municipal del Consistorio ha sido pionera en elaborar una serie de instrucciones sobre el trabajo a distancia que, a juicio de los especialistas consultados, podría ser un buen punto de partida para otros sectores.
A juicio del presidente de Empresaris de Catalunya, Carlos Rivadulla, “en lugar de plantearse cómo se mueve a la gente, quizá deberíamos dar un paso atrás y procurar que se mueva menos. Empoderar a la gente”. En este sentido, propone que las empresas contemplen que sus trabajadores realicen un 20% de su jornada laboral en casa. “La solución es más sencilla que cortar calles o calcular si descenderá el uso del transporte público por miedo al contagio. En Madrid y Barcelona, grandes ciudades de servicio, sería brutal la reducción de la movilidad”, afirma.
“Nos volvemos locos sobre cómo mover a los ciudadanos por cuestiones de salud y contaminación. El problema es que no partimos de lo fundamental, que es evitar en la medida de lo posible que la gente se mueva”, añade Rivadulla.
La experiencia de Google
Grandes empresas llevan años aplicando esos sistemas de teletrabajo. Un ejemplo es el gigante Google, que concede a sus empleados un 20% de tiempo para elaborar proyectos, que luego redundan en la compañía si los considera viables. Así nacieron Google Maps o Gmail, por ejemplo.
Según el RACC, antes de la pandemia cada día entraban y salían de la ciudad de Barcelona más de 900.000 personas, y más de la mitad lo hacían en transporte público. Para suplir la pérdida de capacidad del transporte público, el club considera que hay que ofrecer un abanico amplio de soluciones multimodales, pero también mantener el teletrabajo algún día a la semana, por ejemplo, y dar más flexibilidad horaria de entrada al trabajo, tanto para reducir el número de desplazamientos como para repartir la hora punta de la mañana.
Aprovechar el 'momentum'
“Es importante aprovechar el momentum. Muchas empresas lo están estudiando, pero hay que darles un empujoncillo. Estaría bien que desde los poderes públicos se empujase también con algún incentivo. Rebajas fiscales en tasas de recogidas o IBI, por ejemplo”, indica Rivadulla.
¿Son receptivos los trabajadores a ese trabajo a distancia? Según un estudio de UPF Barcelona School of Management sobre los efectos del confinamiento en las condiciones laborales [puede leerse en este enlace], el teletrabajo no ha provocado afectaciones a la calidad en el 81% de los casos durante el Covid-19. Asimismo, el 66% de los encuestados (810 personas) están satisfechos con la experiencia y afirman que su productividad se ha mantenido o, incluso, ha aumentado. Y el 55% estaría dispuesto a seguir trabajando desde casa.
Antes de la pandemia, en España había apenas un 4% de teletrabajo. Países Bajos, Finlandia y Luxemburgo eran los países europeos con mayor tasa de teletrabajo (14%, del 13,3% y del 11%, respectivamente)
Medida barata y eficiente
“Es la media más barata, eficiente y fácil que ahora podemos hacer. Tenemos que incidir, es cuestión de liderazgo y de ambición. Generalitat, Gobierno y Ayuntamiento deben hablar con los agentes sociales, afirma Rivadulla.
Foment del Treball también se ha pronunciado en contra de los recortes de la movilidad de Ada Colau, pues considera que se trata de “un obstáculo” para el desarrollo económico de la ciudad. ¿Se reafirma, pues, el teletrabajo como una alternativa?
De las ventajas del trabajo a distancia se ha pronunciado el empresario de telecomunicaciones argentino Martin Varsavsky, que ha dado clases de emprendeduría en Columbia Business School, la Universidad de Columbia y la Universidad de Nueva York. Cree que el teletrabajo favorece el ‘turismo permanente’ en España, país con “una potencialidad brutal para atraer a ejecutivos europeos y hacer que se queden más tiempo. Por calidad, clima, cultura”. Él, por ejemplo, vino a España para un año y ya lleva 30.
Marta Junqué, co-coordinadora de la Barcelona Time Use Initiative for a Healthy Society, que recoge el legado de la Iniciativa por la Reforma Horaria (IRH), explica que el teletrabajo “es una medida que se enmarca en la nueva normalidad que deja el Covid. Permite abandonar, por fin, la cultura presencialista. Introducir un 20% de trabajo a distancia es una buena medida”. Recuerda que, por ejemplo, en Nueva Zelanda han apostado por jornadas laborales de cuatro días a la semana. Junqué alude al estudio del Banco de España, según el cual, el 60% de los trabajos cualificados pueden incorporar el teletrabajo. En otros empleos, como hostelería y servicios “se podrían buscar otras oportunidades. Empezar a horas diferentes o hacer menos horas a la semana”, afirma Junqué.
“Un 20% de teletrabajo tiene tres grandes beneficios: para la salud, porque hay menos posibilidad de contagios; para la sostenibilidad del planeta y los objetivos de la Agenda 2030, porque hay menos desplazamientos; y si está bien regulado, permite una mayor conciliación entre la vida familiar y laboral”.
En este sentido, la co-coordinadora de la Barcelona Time Use Initiative for a Healthy Society, cree necesaria una regulación del teletrabajo “para garantizar la salud laboral en casa (iluminación, equipos adecuados…) y el derecho a la desconexión digital. Hay que evitar caer en el presencialismo virtual”.
El Ayuntamiento de Barcelona ha sido pionero en esa regulación. Se trata de una Instrucción de la gerente municipal Sara Berbel del 15 de mayo de 2020, relativa al establecimiento de pautas en el trabajo a distancia durante la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19. La norma contempla medidas de prevención, de protección y organizativas orientadas a la garantía de la prestación de los servicios y la preservación de la salud de los empleados y empleadas municipales. A juicio de Marta Junqué, se trata de un buen ejemplo para otros ámbitos laborales.