Pedro Sánchez ha reclamado, tras informar a todos los presidentes autonómicos, una nueva prórroga del estado de alarma, hasta el 21 de junio, la “última y definitiva”, para poder “culminar” el proceso de desescalada por la pandemia del Covid-19. Esa nueva prórroga, sin embargo, llega con un acuerdo con las autonomías: los gobiernos autonómicos recuperarán todas las competencias cuando entren en la fase 3 de la desescalada, salvo las competencias de movilidad, que seguirán en manos del Ministerio de Sanidad. Para el 8 de junio la mayoría de las autonomías ya estarán en esa fase, por lo que Sánchez ha señalado que la mayoría de españoles ya estarán gobernados por las comunidades autónomas.
El presidente del Gobierno ha señalado que era “última prórroga” era necesaria, y ha querido ensalzar dos figuras durante todos estos meses: “un aragonés y un catalán”, en referencia al doctor Fernando Simón y al ministro de Sanidad, Salvador Illa, porque “han mantenido la confianza y no han reaccionado ante ninguna provocación”.
Con PNV y ERC
Tras dos semanas que han resultado un enorme desgaste para el Gobierno de Sánchez, la negociación con los presidentes autonómicos ha sido ahora clave para programar el final del estado de alarma. Sánchez ha insistido en que esa “colaboración” ha sido esencial, pero lo que será decisivo son los votos de dos fuerzas políticas, el PNV y Esquerra Republicana. El nacionalismo vasco votará a favor, y los republicanos se abstendrán, después de un acuerdo que pasa por asumir las competencias a partir de la fase tres, y la posibilidad de gestionar el ingreso mínimo vital que acaba de aprobar el consejo de ministros.
Sánchez ha dado cuenta, precisamente, de ese ingreso mínimo vital, para cumplir con su primera idea que formuló en el inicio de la crisis: que los más desfavorecidos no quedaran marginados. El jefe del Ejecutivo ha incidido también en que el Gobierno trabajará para presentar proyectos que puedan ser bien recibidos por la Comisión Europea y recoger, así, las ayudas que se pondrán sobre la mesa tras la aprobación de un plan –todavía pendiente de negociación—de 750.000 millones de euros.
Buscar otra vez a Ciudadanos
Una nueva preocupación, sin embargo, será el sector del automóvil, después del cierre de las plantas de Nissan en Cataluña. Sánchez ha señalado que se impulsará un plan específico para el sector, buscando también proyectos de innovación que faciliten la transición energética.
Pero Sánchez ha centrado su intervención, y también a partir de las preguntas de los medios de comunicación, en el propio instrumento del estado de alarma. “Se ha comprobado que ha salvado vidas, que es constitucional, y que sólo perseguía ese objetivo, el de combatir mejor contra el virus”. Para aprobar la nueva prórroga, Sánchez ha señalado que volverá a conversar con Ciudadanos, y con “todos los grupos parlamentarios”, a los que ha pedido un acto de “responsabilidad”.
Tibio toque de atención a Pablo Iglesias
El paso de las distintas fases deberá facilitar que se retome, según Sánchez, la “agenda de la legislatura”. Por ello, y preguntado por ello, el presidente del Gobierno ha mostrado su disposición a reunir, de nuevo, la mesa de negociación con el gobierno catalán, sobre el futuro de Cataluña, que era una de las peticiones de Esquerra Republicana.
Sobre esa cuestión, Sánchez ha sido claro: “Si es en julio, mejor, porque eso querría decir que se ha recuperado la normalidad”, tras los meses en los que todo el esfuerzo se ha centrado en combatir la crisis sanitaria.
Pero Sánchez no ha querido dejar de lado el clima de crispación y ha señalado que “todos” deben ser “responsables” y el primero “el Gobierno de España”, en referencia a la actitud del vicepresidente del Ejecutivo, Pablo Iglesias, en la comisión parlamentaria sobre la reconstrucción económica.