Se reafirma la sentencia del equipo de gobierno municipal que lidera Ada Colau contra las motos de uso compartido. El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado el reparto definitivo de licencias de motosharing previsto, a pesar de que el sector se ha posicionado diametralmente en contra de éste. Las empresas de alquiler de motos por minutos consideran que el sistema hacia el que encamina al sector es "inviable" desde el punto de vista de la usabilidad por parte de la ciudadanía y que, además, va en detrimentro de las compañías con mayor experiencia y flota.
El Ayuntamiento de Barcelona ha comunicado que los 6.958 permisos de motosharing han sido repartidos entre 12 empresas de forma equitativa, por lo que cada una de ellas podrá desplegar unos 580 vehículos por toda la ciudad --y, algunas de ellas, solo durante un tiempo--. Un número que queda muy lejos de la red de motos compartidas que ofrecen, hasta este momento, algunas de las compañías en la ciudad.
Recorte del 75% de la flota actual
Este sería el caso de empresas como Cooltra o Acciona, que verán vetada su capacidad de dar servicio al usuario. Ambas empresas cuentan con grandes flotas de motos en la ciudad que superan los 2.000 y los 1.000 vehículos respectivamente. Con el reparto realizado desde el ayuntamiento, perderán cerca del 75% y del 61% de su red.
A todo ello se le suma, además, que no todas las licencias otorgadas a cada compañía son definitivas. De hecho, cada una cuenta con que 348 son permanentes durante los próximos tres años, mientras que las 232 restantes son "provisionales" y "revocable en cualquier momento", tal como ha explicado la regidora de Movilidad del equipo de Colau, Rosa Alarcón. Ello se debe a que solo una docena de empresas de las 21 que se habían admitido en el reparto han acabado presentando la solicitud de forma correcta, por lo que las licencias sobrantes --algo menos de 2.800-- se han repartido entre las 12 adjudicatarias.
Un sistema inviable
El evidente recorte que sufren las empresas que más tiempo llevan operando en la ciudad y que mejor conocen el mercado es una de las críticas alzadas por el sector en la ciudad al conocer el plan del Ayuntamiento de Barcelona. En un manifiesto por la movilidad compartida, las empresas señalaron que la medida "obliga a retirar de la calle miles de motos de compañías que desde hace años ofrecen a los ciudadanos de Barcelona un servicio útil, necesario y una alternativa real de movilidad sostenible".
Alegaron, además, que la medida conlleva irremediablemente una "fragmentación excesiva" de la oferta de motosharing que afectará a una menor capacidad de cara al ciudadano, que "perderá la posibilidad de encontrar una moto siempre cerca" y se verá obligado a "descargar una veintena de apps para seguir teniendo acceso a este modelo de transporte" de forma efectiva.