El PDeCAT, partido heredero de la antigua CiU y origen de la actual de JxCat, se lava las manos con la sentencia del caso Palau.
El portavoz de a formación posconvergente, Marc Solsona, ha asegurado este lunes que la formación independentista no tiene "nada que ver" con dicho escándalo de corrupción, después de que el Tribunal Supremo confirmara la semana pasada las condenas de prisión contra quien fuera máximo dirigente del Palau de la Música Catalana, Fèlix Millet, y el exresponsable de esta entidad Jordi Montull; además del tesorero de CDC, Daniel Osácar.
Se lavan las manos
"Desde el principio se quiso involucrar al PDeCAT, pero el PDeCAT nunca fue parte investigada, acusada ni nada, ni tan siquiera fue considerado beneficiario a titulo lucrativo", ha subrayado Solsona en rueda de prensa al preguntársele sobre dicho asunto.
La sentencia condena a la ya desaparecida CDC --uno de los dos partidos de la coalición CiU-- a devolver 6,6 millones de euros por financiación ilegal, como ganancias obtenidas mediante tráfico de influencias.
Según Solsona, el PDeCAT tiene una política "severa y dura, y un código de conducta que va más allá de lo que propone la ley de financiación de partidos".