El Ayuntamiento de Barcelona contradice la normativa impuesta durante la pandemia de coronavirus en referencia a las ceremonias de entierros y despedidas a fallecidos. El consistorio liderado por Ada Colau negó a una vecina el derecho a asistir a la ceremonia de cremación de un familiar que perdió la vida durante el estado de alarma, lo que "choca frontalmente" con la norma estipulada por el Gobierno en estos casos, según destaca la Síndica de Greuges de Barcelona.
La mujer, que ha denunciado este hecho ante la defensora del ciudadano, asegura que ningún miembro de la familia pudo asistir al sepelio ya que el consistorio "prohibió la asistencia de cualquier persona". Sin embargo, la orden que regula los enterramientos a nivel nacional durante la crisis sanitaria marca que un máximo de tres personas pueden acompañar los restos del difunto en el adiós final.
Norma para entierros y cremaciones
Las medidas excepcionales para ceremonias fúnebres y velatorios durante el estado de alarma están recogidas en la Orden SND 298/2020. Tal como destacan desde la oficina de la Síndica, las pautas son de aplicación en todo el territorio nacional y a todos los tipos de despedida del difunto.
La norma "no distingue entre entierro o cremación", asegura Maria Assumpció Vilà, "Independientemente del tipo de ceremonia que sea, tienen que poder estar presentes este máximo de 3 personas" siempre que respeten la distancia de seguridad para evitar contagios.
La excusa de Colau
El Ayuntamiento de Barcelona, en su web, informa de la restricción de presencia de familiares al crematorio que contradice a la orden nacional. La excusa del equipo de gobierno de Colau es la de reducir riesgos que puedan llevar a contraer el Covid-19, puesto que se trata de un espacio cerrado.
Todo ello, a pesar de que hay espacio de sobra para que tres personas mantengan la distancia de seguridad.
Problemas con los servicios funerarios
Esta no es la única queja ciudadana contra los servicios funerarios y los cementerios de Barcelona, según destaca la Síndica de Greuges. El fuerte aumento en las defunciones que ha supuesto la pandemia del coronavirus ha afectado severamente en el sector del último adiós de la capital catalana, "que puede llegar a colapsar", especifica la oficina de Vilà.
Ante este riesgo, el presidente de Cementiris de Barcelona y concejal de Transición Ecológica y Emergencia Climática, Eloi Badia, apostó --entre otras medidas-- por alquilar un horno crematorio y descongestionar el servicio, tal como se anunció el 31 de marzo. Sin embargo esta solución se ha enfrentado a diferentes problemas, según explican fuentes del sector funerario: "Tienen problemas con el tamaño de los ataúdes y con el acoplamiento de las máquinas al nuevo horno", han señalado.
Vilà ha pedido al regidor Badia "información detallada" de los protocolos internos que se están llevando a cabo en materia de cementerios y operadoras de servicios funerarios.