Es lo que tiene aceptar una entrevista radiofónica sin estar preparada. La concejal de Salud del Ayuntamiento de Terrassa (Barcelona), Mónica Polo, no supo responder anoche varias preguntas relativas al millón de mascarillas que este consistorio asegura haber adquirido.
Están destinadas a ser repartidas en todos los domicilios de este municipio de 200.000 habitantes, donde el coronavirus ha tenido una incidencia menor respecto a otras ciudades grandes de la provincia de Barcelona, como por ejemplo la vecina Sabadell.
El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart (Tot per Terrassa), anunció el jueves que “hemos buscado la manera de conseguir mascarillas básicas para todos. Tardaremos aún unos días: paciencia y serenidad, estamos trabajando al máximo. No es nada fácil pero lo conseguiremos”. En concreto, el primer edil citó tres operaciones simultáneas. Por un lado, “la compra de hasta un millón de mascarillas para repartir a todos los domicilios de Terrassa. También habrá puntos de distribución para todo el mundo”.
Acuerdo con la empresa Corvi
Asimismo, se refirió a la “centralización de las ‘mascarillas solidarias’ producidas por entidades y colectivos, que distribuiremos a través de comercios de proximidad y también directamente, dando prioridad a personas vulnerables, personas enfermas o con discapacidad”. Y en tercer lugar, un “acuerdo estratégico con la empresa egarense Corvi, que confecciona mascarillas antivirales que se pueden lavar hasta cien veces. El ayuntamiento compra 100 mascarillas diarias para personas vulnerables, se distribuirán gratuitamente”.
La concejal de salud fue entrevistada en RAC1 para informar de esa iniciativa municipal, pero pasó grandes apuros cuando se le preguntó sobre la procedencia de esa importante partida de mascarillas, un millón, dado que en estos momentos resulta difícil encontrar este tipo de protección. La edil aseguró ignorar el coste de las mismas y el tipo de material adquirido.
Los "problemas técnicos"
Polo llegó incluso a alegar problemas técnicos para suspender momentáneamente la entrevista. La concejal se mostró titubeante, también a la hora de reconocer que no se había puesto en contacto con la Generalitat para compartir la identidad del proveedor y poder así ayudar a otros municipios más necesitados de ese material.
Los invitados del programa expresaron su perplejidad ante los titubeos de la edil y recordaron que, tratándose de dinero público, el consistorio está obligado a ser especialmente transparente”.