El director general de Profesionales de la Salud, del Departamento de Salud de la Generalitat, Marc Ramentol, ha confirmado lo que hace tiempo llevan denunciando médicos y sanitarios: que el Govern oculta las cifras reales de contagiados de Covid-19. Ha afirmado este miércoles que “la atención primaria está siguiendo a unas 60.000 personas que podrían ser infección por coronavirus”.
Ramentol ha asegurado que a todos ellos se les hace un seguimiento y “se les trata como si fuesen contagiados y se cuentan como tales”. Pero los datos no concuerdan con los que este martes anunciaba la consejera de Salud, Alba Vergés, y que cifraba los contagiados en 19.991, cuatro veces menos, ya que el total ascendería a 80.000 si se suman los seguimientos domiciliarios y los pacientes confirmados con test PCR.
Falta de test
El responsable de Salud admite que a estas 60.000 personas no se les ha podido hacer la prueba por falta de los test de detección necesarios. Unos kits que, en algunos casos, el Govern está reteniendo.
La falta de material es tan alarmante que la Agencia de Salud Pública Catalana envió hace días un comunicado a los profesionales en el que detallaba que a los casos que sean posibles “se les indicará aislamiento domiciliario y no se les hará prueba de PCR [reacción en cadena de la polimerasa, por sus siglas en inglés]”. Todos estos casos no se incluyen en las estadísticas presentadas por el Govern.
Cambios de protocolo
"Las cifras que aporta diariamente Salud son una mera orientación. Porque empezaron haciéndole tests a todo el mundo, pero se quedaron sin reactivos. Así que, con la actualización de cada protocolo, restringieron las pruebas a menos sanitarios y menos ciudadanos", explican empleados de Emergencias de la Generalitat, que son quienes recogen las muestras en siete ambulancias para el Sistema de Urgencias de Vigilancia Epidemiológica de Cataluña (SUVEC).
La situación es muy parecida en los centros de atención primaria y en algunos hospitales. La responsable de Salud Laboral del sindicato de enfermería Satse, Cristina Murillo, reconoce que al principio se hacían las pruebas a todo aquel que venía de una zona de riesgo y presentaba síntomas, pero la situación ha cambiado. "Al quedarse sin tiras reactivas, las ha restringido a los enfermos graves con síntomas compatibles", ha denunciado la profesional. Lo mismo rige para los sanitarios. "Solo los hacen a los que han tenido contactos con positivos y que presentan síntomas graves", alerta.
Muertes y residencias
Si los datos de infectados en Cataluña son inexactos por la falta de tests, los de muertes, en teoría mucho más fiables, tampoco lo son, porque los fallecimientos en residencias que no estaban confirmados no se cuentan.
Ello es así porque el último --y más completo-- protocolo de la Generalitat de Cataluña para los centros de mayores fija una limitación del esfuerzo terapéutico para los ancianos con síntomas de coronavirus y, a la vez, enfermedad crónica avanzada (MACA, por sus siglas en catalán). "Los residentes con sospecha clarísima de Covid-19 que se nos mueren nadie los contabiliza como muertes oficiales. No figuran en ningún registro", alertaba una fuente a Crónica Global.