El Gobierno ha anunciado que endurece las medidas para combatir el coronavirus y ordena que los trabajadores de actividades no esenciales se queden en casa, según ha anunciado el presidente Pedro Sánchez durante una comparecencia informativa en la tarde de este sábado.
Esa medida, que se aprobará mañana en un Consejo de Ministros extraordinario, se aplicará entre el 30 de marzo hasta el jueves 9 de abril. Los empleados afectados tendrán un permiso retribuido. Cuando finalice ese período, los trabajadores recuperarán las horas de trabajo de forma progresiva. Esto permitirá reducir la movilidad y descongestionar las UCI.
"El mundo --ha dicho Sánchez--, afronta desafíos globales, mientras que España vive sus horas más duras, más amargas, en las que el virus golpea de forma despiadada, acercándonos a la cresta de la ola". Por ello, "no se puede bajar la guardia. Estoy convencido de que las medidas están teniendo un efecto muy importante en la movilidad, sobre todo el fin de semana. Estamos en la buena línea. Si podemos extender esa movilidad del fin de semana a todos los días, venceremos”.
De ahí que el Ejecutivo haya decidido aprobar "una medida excepcional". El presidente español admite la "dureza" de la situación, por lo que ha pedido "sacrificio con moral de victoria".
"Es la hora de la UE"
Sánchez ha hecho un análisis global de la pandemia, "extendida por todos los países y especialmente en nuestro continente. La UE nació para evitar una nueva guerra mundial y ahora se enfrenta a otro enemigo común que afecta a nuestra situación sanitaria y económica. España es una de las primeras escalas”, ha dicho.
"Nuestra generación tiene muy presente la crisis de 2008 --ha ñadido--, Europa no puede fallar. Necesitamos pruebas de que actúa, necesitamos solidaridad”, ha dicho, en referencia al mensaje que él mismo lanzó en el Consejo Europeo el pasado jueves.
Un nuevo Plan Marshall y réplica a Holanda
El mandatario español reclama recursos sanitarios, medidas para agilizar las repatriaciones y una ciberseguridad común. “Europa debe dar una respuesta económica, la crisis no obedece a fronteras. Es necesaria una economía de guerra, promover la resistencia y, después, la reconstrucción”, ha dicho el presidente, quien ha pedido que se asuma la deuda pública, como están haciendo países como España.
Se ha referido, en este sentido, a "un nuevo Plan Marshall" que cuente con el apoyo de todas las instituciones europeas. “Es la hora de la UE, Europa se la juega”, ha dicho, en clara alusión a países como Holanda, muy crítico con España. En este sentido, Sánchez no ha querido entrar en polémica.