El consejero de Educación, Josep Bargalló, insiste en que no tiene voluntad de alargar el curso escolar hasta julio. En primer lugar, porque eso retrasaría la evaluación y la matricula para el curso 2020-21 hasta agosto, cuando la voluntad es que el próximo año las clases empiecen en las fechas previstas.

Bargalló advierte que esto no va a suponer que se apruebe a todo el alumnado. “Descartamos el aprobado general”, sentencia. Aun así, matiza que “la evaluación será diferente y no se podrá exigir lo que habríamos exigido en circunstancias normales”.

Marcando territorio

Las manifestaciones del conseller se producen 24 horas después de que la ministra de Educación, Isabel Celaá, explicara que el Gobierno tiene el propósito de que se reanuden las clases presenciales en cuanto se levante el estado dealarma, sea mayo o junio. A finales de abril, dijo la ministra, tendrá un encuentro con los titulares de educación de las autonomías para estudiar si se pueden reanudar las clases presenciales y cuándo.

Retomar la educación presencial podría obligar a prolongar el curso escolar, que habitualmente acaba en torno al día de San Juan, 24 de junio. Bargalló se adelanta para manifestar la oposición de la Generalitat.

Tercera evaluación

El Govern avanza que no es previsible que después de Semana Santa los centros educativos puedan abrir e iniciarse las clases presencialmente, pero a partir de estas fechas va arrancar la tercera evaluación. El problema es que aún no sabe cómo hacerlo, ya que no todo el mundo está en las mismas condiciones. En este sentido, están buscando cómo poder contactar con todos los alumnos, incluidos los que tienen menos recursos para garantizarles que puedan tener acceso a la formación vía telemática.

El departamento de Educación confirma que la segunda evaluación acabó el 12 de marzo y los profesores deberán calificar a los alumnos con lo que pudieron hacer hasta esa fecha. Asimismo, asegura que después de Semana Santa, aunque no hay una fecha concreta, se inicia la tercera evaluación. Todo lo que las escuelas hayan podido hacer entre este periodo, no será evaluable, recalca, ya que existe una brecha digital que no haría igualitaria la evaluación.

Clases online

El consejero de Educación defiende que, de todos modos, están haciendo lo posible para ir hacia la formación online. Asevera que se ha hablado con ayuntamientos para hacer llegar la conexión a internet a hogares a los que hasta ahora no llega e incluso considera entregar móviles viejos de la Generalitat a alumnos que no disponen de uno para que accedan a aplicaciones que pueden usarse desde el departamento para iniciar el curso.

“Se han hecho tres cuartas partes del curso”, defiende Bargalló, especialmente en bachillerato, por lo que pese a modificar las evaluaciones el curso puede acabar en junio. Solo las clases de los alumnos de segundo de bachillerato se alargaran tras retrasar las fechas de la selectividad.

Selectividad

Educación confirma que las pruebas de acceso a la universidad “se han de hacer, pero no con el mismo planteamiento de siempre”. El objetivo es aumentar la "optativilidad" de respuesta: “Todos los alumnos podrán responder sobre aquello que han hecho” descartar hacerlo si se le pregunta algo que no podido cursar.

La consejería recalca que los alumnos de segundo de bachillerato ya han realizado tres cuartas partes del curso, pero se les debe garantizar “rigor y equidad” en las pruebas, tal y como se acordó el miércoles en la reunión de los responsables de Educación con la ministra del sector, Isabel Celaá. Pese a todo, Bargalló llama al alumnado a que aprovechen estos días de confinamiento para estudiar, “pero sin exceso”