Los presupuestos de la Generalitat de 2020, pendientes de aprobación, han quedado desfasados debido a la crisis del coronavirus. Lo dice la oposición y también las pequeñas y medianas empresas. El Govern, apoyado por los comunes, se resiste a rehacerlos, mientras que PSC y Ciudadanos creen posible la reasignación de partidas sin elevar el techo de gasto.
Mientras los socialistas cifran esas bajas y altas en 202 millones, que irían destinados a aumentar las partidas en sanidad, industria y servicios sociales --ámbitos que se van a ver muy afectados por la pandemia--, la formación naranja eleva la cantidad a 896 millones, pues incluyen la eliminación del Departamento de Acción Exterior así como la de algunos “chiringuitos” destinados a fomentar el proyecto independentista.
Adaptar los presupuestos catalanes a la crisis del Covid-19 / CG
La lupa sobre el CTTI
Pero ambos partidos coinciden en poner la lupa en el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), considerado el cerebro informático de la Generalitat que dispone de 530 millones de presupuesto, a pesar de que la mayoría de servicios están externalizados. El CTTI fue investigado por la opacidad de los contratos informáticos, así como por su papel en el procés independentista.
Los presupuestos catalanes de 2020 son fruto del acuerdo entre el Govern y En Comú Podem. Ambas partes defienden su aprobación, en suspenso debido a la paralización de la actividad parlamentaria impuesta por el coronavirus y por la decisión de Cs de pedir un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias –órgano encargado de velar por el ajuste de las leyes catalanas al Estatut y a la Constitución--, precisamente por considerar que han quedado desfasados tras el estado de alarma.
O enmiendas o decretos extraordinarios
Una vez aprobados, no se puede elevar el techo de gasto. La normativa es muy clara. Se podrían aprobar decretos extraordinarios para hacer frente al impacto económico de la crisis, pero no aumentar las partidas. Sí que se podrían reasignar dentro del mismo departamento, que es precisamente lo que piden PSC y Ciudadanos. Y lo han hecho con cálculos muy elaborados.
El PSC ha centrado sus reasignaciones, un total de 202 millones de euros, en partidas genéricas y poco transparentes para dedicarlas a otras prioridades sociales y económicas. El grueso de las mismas sale de recortar 125 millones del CTTI. Otros 21 millones proceden de trabajos técnicos; 19,6 millones de labores realizadas por personas físicas o jurídicas; 4,8 millones de dietas; otros 7,08 millones de gastos diversos, y 23,4 millones de otros conceptos.
Esos 202 millones irían destinados a aumentar el gasto en la construcción y mejora de hospitales, recuperar servicios de atención primarias especializadas, 30 nuevos CAP y al plan de choque para reducir listas de espera.
Automoción, I+D y pimes
En educación, se podría incrementar la inversión en 60 nuevos centros educativos, transporte escolar, comedores escolares para secundaria y programas para combatir la segregación y la brecha digital.
Otros 23 millones serían reasignados al sector de la automoción (un aumento de 2,2 millones), la industria del conocimiento (10 millones), mejora en investigación (8 millones) y transformación digital de las pymes (3 millones).
Las políticas sociales se beneficiarían de 11 millones para construir residencias y centros de día, pobreza infantil y financiación para las mujeres que cuidan a sus familiares dependientes.
Los Fondos de Cooperación de Cataluña, es decir, los ayuntamientos, se incrementarían en 6,6 millones.
Adiós a la diplomacia catalana
Ciudadanos también ha hecho un cálculo pormenorizado de las partidas que podrían reasignarse a sanidad, educación, servicios sociales y empresarial. En su caso, eleva a 896 millones las bajas en algunos gastos para ser transferidos como altas a otros negociados. La formación naranja incluye en ese trasvase las grandes inversiones en diplomacia, TV3 y despliegue del autogobierno, entre otros conceptos destinados a promover el proyecto independentista.
Así, Cs prescindiría totalmente de las oficinas de los expresidentes, del Comisionado para el despliegue del autogobierno, la Agencia Catalana de Noticias, TVC Multimedia, SA; la Oficina de Derechos Civiles y Políticos y Cesicat, el embrión de la Agencia de Ciberseguridad llamada a ser el futuro CNI catalán.
Sin embargo, la reasignación más llamativa es la que corresponde al Departamento de Acción Exterior, que estrena nuevo titular, Bernat Solé. Cs apuesta por eliminar todo el dinero que esa consejería destina a las delegaciones en el exterior –solo dejaría la de Bruselas, el Centro de Estudios de Temas Contemporáneos y Diplocat--. Y recortaría la mitad del gasto en casals catalanes en el exterior.
Menos gasto en TV3
Cs prescindiría totalmente del Consejo Nacional de la Juventud y derivaría el gasto en altos cargos y eventuales. Reduciría en un 75% el presupuesto del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) y en un 25% el de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CMMA), ente que gestiona TV3 y Catalunya Ràdio.
Al igual que el PSC, recortaría especialmente en dietas, protocolo, externalizaciones y, sobre todo, en el CTTI, donde proponen recortar la mitad del presupuesto.
“El gasto en este centro está desbocado, absorbe 530 millones y en el último año ha crecido 100 millones. Tiene más presupuesto que los departamentos de Cultura y de Agricultura”, explican fuentes de esta formación. Recuerdan que el CTTI fue investigado por la Guardia Civil como pilar del proyecto secesionista.