El alcalde de Igualada (Barcelona), Marc Castells, se ha quedado solo en su empeño de focalizar la situación de su confinada ciudad en la supuesta incautación de mascarillas. Según fuentes municipales, el primer edil se resiste a entregar el informe de la empresa suministradora sobre los hechos ocurridos en Madrid, si es que éste realmente existe.
Porque, al cierre de este artículo, el único documento que ha hecho público Castells es un informe del Consorci Sanitari de l’Anoia, publicado ayer por Crónica Glonal, que nada tiene que ver con el parte solicitado por la Delegación del Gobierno. Pero es que el mismo centro hospitalario de Igualada ha minimizado la gravedad del retraso de ese material, que ha permitido a Castells disfrutar de sus cinco minutos de gloria televisada. No en vano, este dirigente local del PDeCAT y expresidente de la Diputación de Barcelona suena como posible candidato a las elecciones catalanas.
"Un experimento a mayor gloria de Castells"
“En la ciudad comienzan a creer que el confinamiento es un experimento a mayor gloria de Castells de cara a generalizarlo en toda Cataluña”, explican las mencionadas fuentes. De hecho, el primer edil ha calificado este aislamiento de spoiler de lo que ocurrirá en los próximos días en todo el territorio catalán. Lo ha dicho en una comparecencia local, que nada tiene que ver con su reiterada aparición en TV3 del miércoles.
¿Qué ha pasado desde entonces? Pues que la presión del Gobierno, unida a la falta de pruebas sobre esa supuesta intervención de las mascarillas, ha puesto de manifiesto la falta de consistencia de las acusaciones de Castells, quien ha pasado de aparecer junto a la consejera de Salud, Alba Vergés, para denunciar esa situación, a prácticamente enmudecer.
Vergés, más conciliadora
De hecho, la propia Vergés, que el miércoles arropó a Castells con un tono beligerante contra el Gobierno, se mostró ayer más conciliadora. "La prioridad es proteger a los profesionales: si llegan pedidos de compra centralizada, perfecto, pero no se pueden detener las ya pendientes de llegar, para los centros que las necesitan", dijo la consejera. Sobre el resultado sobre el confinamiento de Igualada, el Govern calla. Ni Vergés ni la consejera de Empresa, Àngels Chacón, vecina de Igualada y que permanece retenida en esta ciudad, dan datos. Aseguran que lo harán en dos semanas.
No obstante, los nervios comienzan a hacer mella en la población barcelonesa y el propio Castells reclamaba ayer a la Generalitat instrucciones para afrontar el aluvión de bajas de forzosas de trabajadores de la Cuenca de Ódena que no pueden acceder a sus empresas porque han cerrado o porque están situadas fuera de la zona de confinamiento.
Por su parte, Joan Miquel Carbonell, director asistencial del hospital de Igualada, restaba importancia ayer al retraso de las 4.000 mascarillas en declaraciones en RAC1. “Tenemos el material justo, pero los contagios no se deben a las mascarillas, sino a la entrada abrupta del virus. Los profesionales han utilizado los EPIs (equipos de protección individual) desde el pasado día 7”.
La posición de la empresa suministradora
Por su parte, la empresa Esforem Formación de Emergencias, SL, con sede en Madrid, tampoco aclara los hechos sucedidos. “O no existe el parte, o el alcalde no lo quiere proporcionar. O la empresa le engaña”, afirman fuentes conocedoras del proceso.
En el informe adelantado ayer por este medio, el Consorci Sanitari de l’Anoia explica que el brote del coronavirus, que obligó a aislar la zona de la Cuenca de Ódena, ha obligado a confinar en casa a 310 trabajadores del hospital, mientras que otras 70 personas están ingresadas y 14 han fallecido (datos del informe con fecha del miércoles). Unas cifras superadas ayer: 207 positivos de coronavirus, siete personas graves y 24 fallecidos.
La verificación del destino de las mascarillas
Alude al pedido de 4.000 mascarillas a la citada empresa, que debía ser entregado entre martes y jueves. Según ese informe, cuando el Consorci se puso en contacto con Esforem, ésta le informó de que "tienen los pedidos retenidos y a la espera que un técnico del ministerio verifique el destino de los mismos, y cabe la posibilidad que incaute una parte para repartir entre las diferentes comunidades autónomas".
Unas afirmaciones sin confirmar que ponen en entredicho a Castells. Finalmente, desde el hospital se asegura que pedido llegaría entre ayer y hoy.
El alcalde ha abundado así en la idea de que el Gobierno español había dado órdenes de incautar material, algo que ha negado el Ministerio de Sanidad, que asegura haber enviado a Cataluña 200.000 mascarillas.