La exconsejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias Dolors Bassa ha sido aislada este martes en la prisión de Puig de les Basses, por presentar síntomas del coronavirus. La política independentista, condenada a 12 años de prisión e inhabilitación por un delito de sedición y malversación por el referéndum ilegal del 1-O, se encuentra desde el lunes por la noche en la enfermería de la cárcel.

Bassa no es la única líder del procés encarcelada que presenta síntomas del coronavirus y que se encuentra aislada. El exconsejero Josep Rull y el expresidente de la ANC Jordi Sànchez se encuentran en la misma situación, pero en la prisión de Lledoners (Barcelona), por sospechas de coronavirus.

Permisos

El pasado lunes, la propia exconsejera, así como siete de los líderes independentistas que se encuentran en prisión por su implicación en referéndum ilegal del 1-O, ya se había quedado en las cárcel donde cumple condena. El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, fue el único de ellos que salió para acudir a su empresa.

Bassa goza de un permiso penitenciario que le permite salir entre semana para ir a cuidar de un familiar que se encuentra con un estado de salud deteriorado, después de que la junta de tratamiento de Puig de les Basses, amparándose en el artículo 100.2 del reglamento penitenciario, se lo permitiera. Un permiso que ya ha sido rechazado por la Fiscalía al entender que es una medida excepcional que se le ha aplicado sin cumplir apenas un cuarto de su condena, obedeciendo a un plan del Govern para que los líderes independentistas gocen de un "régimen de semilibertad".

Presos contagiados

Al margen de los líderes independentistas encarcelados, un interno de la cárcel de Brians y una funcionaria del centro ha dado positivo en coronavirus, mientras que dos reclusos y 16 trabajadores permanecen aislados por sospechas de contagio en sus celdas y en sus domicilios. El preso contagiado de Covid-19 se encuentra ingresado en el pabellón hospitalario penitenciario del Hospital de Terrassa.

Las consejerías de Salud y de Justicia tienen también han identificado 260 internos de las cárceles catalanas que constituyen grupo de riesgo, porque padecen patologías previas o son de edad avanzada.