Los amagos de insurrección que habían emergido en el seno del nacionalismo catalán y vasco han sido neutralizados sin contemplaciones por el presidente del Gobierno.
A Pedro Sánchez no le ha temblado la mano este sábado a la hora de dejar claro que, con la entrada en vigor del estado de alarma para afrontar la crisis del coronavirus, el ejecutivo nacional ha pasado a ser la máxima autoridad en el país y que las administraciones autonómicas --sin excepción-- pasan a depender jerárquicamente de él.
Deslealtad en plena emergencia sanitaria
Horas antes, y en una nueva muestra de deslealtad institucional, la portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó, había amenazado con una suerte de declaración unilateral de independencia (DUI) sanitaria si el Gobierno trataba de tomar el control de la sanidad, las carreteras o la policía autonómica. “No permitiremos que se vulneren nuestras competencias”, advirtió la consejera de Presidencia en una rueda de prensa.
El president Torra fue más allá y aseguró que, tras hablar con el lehendakari Iñigo Urkullu, ambos se plantaban ante la “recentralización” que planeaba el presidente del Gobierno. “Coincidimos en que no podemos aceptar que el Gobierno español confisque nuestras competencias en salud, seguridad y transporte”, espetó en un tuit.
Podemos, con los nacionalistas
A lo largo de la tarde, el retraso de la comparecencia de Sánchez --su rueda de prensa para detallar los acuerdos del Consejo de Ministros sobre la aplicación del estado de alarma se anunció inicialmente para las 14.00 horas, pero no salió hasta siete horas después-- dio lugar a todo tipo de especulaciones.
Las discrepancias entre los miembros del PSOE y los de Podemos en el ejecutivo fueron profundas. Además de desencuentros en el ámbito de la intervención de las empresas energéticas y la sanidad privada, así como en la estrategia para compensar a los trabajadores afectados por el parón económico que se avecina, diversas fuentes apuntan que los morados exigieron al presidente del Gobierno dejar a Cataluña y el País Vasco fuera del ámbito de aplicación del estado de alarma. Pero Sánchez
no cedió.
De hecho, el discurso del jefe del Gobierno español fue inapelable en esta cuestión: “A partir de hoy, para que los españoles lo entiendan perfectamente, la autoridad competente en todo el territorio [nacional] será el Gobierno de España”.
Y dejó muy claro que “todos los cuerpos de policía de las CCAA y de las corporaciones locales quedarán bajo las órdenes directas del ministro del Interior” y que todas las autoridades sanitarias “quedan bajo las órdenes directas del ministro de Sanidad”.
Rueda de prensa de Sánchez tras la reunión del Consejo de Ministros Extraordinario / CG
Toda la administración autonómica
Además, Sánchez señaló que “cada administración conservará las competencias que le otorga la legislación vigente en la gestión ordinaria de sus servicios para adoptar las medidas que estime necesarias pero siempre, y esto quiero subrayarlo, en el marco de las órdenes directas de la autoridad competente”.
Y advirtió de que “todas la autoridades civiles de las administraciones públicas del territorio nacional --y en particular las sanitarias-- así como los demás funcionarios y trabajadores al servicio de las mismas quedan bajo las órdenes directas del ministro de Sanidad”, que actuará como máxima autoridad nacional después del propio presidente.
“Unidos” tras el Gobierno
Sánchez dedicó palabras concretas para los presidentes autonómicos: “Todos los presidentes deberán dejar a un lado sus diferencias, situarse detrás del Gobierno de España y centrarse en una única misión: entre todos vencer al virus”.
Y mandó un mensaje muy claro. “No hay territorios”, dijo. Y subrayó que “en ocasiones somos 17 autonomías, pero en otras, como en tantas otras veces en la historia de España, debemos ser el gran país que somos, vamos a dar una respuesta conjunta a la altura del Estado autonómico que somos”. Además de apelar a “la unión” y de concluir que “unidos saldremos adelante, unidos venceremos al virus”.
“Confinar la Generalitat”
La respuesta de los líderes independentistas catalanes no se hizo esperar, aunque las amenazas de unas horas antes se quedaron en simples pataletas. Torra se limitó a señalar en un tuit que mientras “los expertos nos recomiendan el confinamiento domiciliario de todos los ciudadanos y el cierre del país”, “la receta del presidente Sánchez y del Gobierno PSOE-Podemos es confinar la Generalitat”. “Esto va de la salud y la vida de las personas y no de proclamas patrióticas”, añadió.
El expresidente fugado Carles Puigdemont indicó: “Pedro Sánchez ha sido más contundente contra el autogobierno que contra el virus. Debe pensar que la vacuna es la Constitución. Cerrar Madrid, confinar la gente, pararlo todo y movilizar los recursos como si se tratase del rescate bancario. Eso hacía falta. Por eso Vox aplaude”. Por si no fuera suficiente, para desdicha de ambos dirigentes nacionalistas, en su discurso Sánchez destacó que las fuerzas armadas están listas para actuar en cualquier momento.