Jaume Collboni, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, lleva confinado en su casa desde el lunes 9 de marzo, como medida de prevención frente al coronavirus. Cumple el aislamiento preventivo a rajatabla. No sale de su casa "para nada; ni a bajar la basura" y reduce los contactos con las demás personas al máximo posible; incluso "me dejan la compra en el rellano". Ha asegurado encontrarse bien, aunque admite que ha notado cierta "estigmatización" en estos días, que achaca a la "ignorancia" sobre el virus Covid-19. 

Collboni ha explicado en El món a RAC1 que en alguna ocasión ha sentido "un poco de rechazo" por las personas de su alrededor, sobre todo en "las más cercanas". Piensa que esta actitud viene inducida por "no saber" aspectos como el modo de contagio del coronavirus o su evolución, ante lo que ha llamado a la calma. 

Sin síntomas

El concejal del PSC de Barcelona no muestra síntomas de estar infectado por el virus de Wuhan, según sus propias declaraciones, y no precisa de controles médicos de seguimiento. "No me hacen pruebas porque no tengo síntomas", ha comentado antes de recordar que la prioridad de los profesionales de la salud se centran en la atención de aquellas personas que sí los reflejan. 

Ha detallado que su confinamiento tiene como fundamento la "prevención", ya que podría haber estado expuesto al coronavirus. Un trabajador del área de Economía del consistorio dio positivo por coronavirus y tanto Collboni como Jordi Martí (BComú) y Montserrat Ballarín (PSC) tuvieron contacto con él.

Teletrabajo

El aislamiento domiciliario de los tres concejales finalizará el viernes 20 de marzo, según ha confirmado Collboni, por lo que durante todos estos días se encuentran realizando reuniones y demás trabajo de forma telemática. "Hoy tenemos la primera comisión del gobierno de Barcelona que algunos de los participantes seguiremos a distancia", ha comentado el socialista barcelonés destacando que posiblemente sea "la primera de la historia" del consistorio con estas características. 

Ha alabado las posibilidades del teletrabajo para "mejorar la conciliación entre la vida personal y laboral" y ha querido lanzar un mensaje positivo en medio de la crisis del coronavirus --que ya afecta en Cataluña a más de 150 personas--: "después de esta crisis, habremos aprendido a teletrabajar mejor", ha defendido. Eso sí, ha reconocido que echa en falta "estar en contacto con la gente" de la calle.