La Fiscalía se ha opuesto a la decisión de la cárcel de Lledoners de permitir que el exconsejero de Exteriores Raül Romeva salga de prisión tres días a la semana para trabajar, al entender que sigue sin asumir el delito pese a que admite que debió actuar "de otra manera" en el procés.
En su informe, el ministerio público pide a la juez de vigilancia penitenciaria que revoque la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario que la junta de tratamiento de la prisión ha concedido a todos los líderes independentistas presos, igual que ha hecho en el caso de los Jordis, la exconsejera Dolors Bassa y el exconsejero Joaquim Forn.
El juzgado de vigilancia penitenciaria, no obstante, dio ayer un revés al ministerio público, al avalar la decisión del centro penitenciario de permitir que Jordi Cuixart salga entre semana de la cárcel para trabajar, en la primera de las resoluciones judiciales sobre la aplicación del 100.2 a los líderes del procés.
"Considera que actuó legitimado"
El escrito de la Fiscalía, con argumentos análogos a los que ha esgrimido en el caso de los otros presos, sostiene que Romeva "no asume el carácter delictivo de su conducta", aunque "es consciente de sus actos admitiendo que para llegar a un consenso algunas cosas se tendrían que haber hecho de otra manera".
Según el ministerio público, el interno "considera que actuó legitimado por el mandato del pueblo y que lo que hizo fue hacer efectivos derechos cívicos y sociales", como el de voto, "siempre utilizando los medios legales que tenía a su alcance" y apelando a métodos "pacíficos y democráticos".
Sedición
La Fiscalía argumenta también que no consta que se haya llevado a cabo en prisión una "intervención individual y grupal" para tratar el delito de sedición por el que fue condenado Romeva, sino que el exconsejero se ha limitado a participar en actividades orientadas a la promoción de valores sociales y personales.
"Por lo tanto, las necesidades criminógenas del interno no consta que se hayan trabajado a través de programas de tratamiento, ya sea de manera grupal o individual", añade el informe del ministerio público.
"Similitud" con su cargo de consejero
Alerta también la Fiscalía de que no existe "relación" entre el delito que Romeva cometió y la actividad laboral que está llevando a cabo, en una asociación destinada a hacer un seguimiento de los avances de los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra de Bosnia.
Además, subraya el ministerio público, el recluso cometió el delito de sedición "aprovechando su condición de conseller de Asuntos Exteriores" y la labor que llevará a cabo guarda "cierta similitud" con sus funciones en el Govern de la Generalitat.
"Nadie duda de su extenso conocimiento y empatía con la situación de Bosnia, pero ello no constituye tratamiento alguno para el interno, puesto que sus amplios conocimientos sobre la materia y su preocupación por el conflicto bosnio no solo son anteriores a la comisión delictiva, sino que en modo alguno le impidieron realizarla", mantiene el fiscal.